Los robots revolucionan la vid: desbrozan, podan y hasta ayudan en la recogida de la uva

Tractor vitícola autónomo Bakus
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Juan Javier Ríos (EFEAGRO). Los robots automáticos ya pisan la vid y revolucionan su manejo: el cuidado de muchos viñedos se deja en manos de unas máquinas capaces de desbrozar o podar las cepas, y a las que tampoco se les resiste la vendimia porque pueden ayudar al agricultor en la cosecha de la uva.

El avance de las nuevas tecnologías, de la mano de la digitalización, está teniendo una gran implantación en el sector vitivinícola, como se ha demostrado en la jornada de campo celebrada dentro del foro Datagri, que se clausura este jueves en Logroño.

Hasta la Finca la Grajera, situada a las afueras de Logroño y que pertenece al Gobierno de La Rioja, se han desplazado los asistentes al foro y han comprobado de primera mano cómo un tractor sin conductor es capaz de recorrer los viñedos mientras realiza distintas tareas.

Tractor vitícola autónomo Bakus

Se trata del tractor vitícola autónomo Bakus, de la compañía francesa Vitibot, al que en sus laterales se le pueden acoplar herramientas de forma simultánea para labores de poda, retirada de hierbas, arado o cultivado.

Además, está previsto que se le vayan añadiendo nuevos dispositivos como un sistema de pulverización para el tratamiento de la vid, según han explicado durante la demostración.

Con una autonomía media de 10 horas, es capaz de trabajar de noche y está conectado a un software por el que comunica a su propietario, vía teléfono móvil, si se ha dejado de mover por cualquier fallo.

Desde la compañía han indicado que su precio supera los 180.000 euros y se están fabricando en Francia unas 80-100 unidades al año; ya hay algunas empresas españolas que lo están usando.

Acompañando al vendimiador

Como si de una mascota se tratase, hay robots que siguen al vendimiador según va de cepa en cepa recogiendo las uvas.

Este tipo de robot, diseñado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), incorpora una caja en la que el vendimiador deposita la uva, es capaz de pesarla en ese momento y, una vez se llena, se marcha al punto de depósito mientras otro robot acude en busca del vendimiador para que no se pare la cosecha.

La investigadora Ángela Riveiro ha exhibido este avance y ha explicado que cuentan con otra flota de robots provistos de sensores que toman imágenes de las cepas para detectar enfermedades y plagas.

Estos sensores transmiten la información a una plataforma digital y, una vez se declara una enfermedad, otro robot le sigue para aplicar el tratamiento fitosanitario oportuno.

Viñedo conectado

Este desarrollo forma parte del proyecto «Viñedo conectado», que impulsa el Centro de Competencias Digitales, una iniciativa que nació en 2021 gracias a la colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la Universidad de Córdoba y la Universidad Politécnica de Madrid.

Dentro de «Viñedo conectado» figuran proyectos como Greenfield, con sensores inteligentes en las parcelas, que recogen información de parámetros físico-químicos para hacer un mapeo del suelo y realizar una gestión más eficiente del suelo.

En el caso de Plantae, también en dicho programa, se trata de sondas que miden la humedad, la conductividad eléctrica y la temperatura a ras de suelo para ajustar el riego en función de las necesidades de cada zona de la parcela.

La herramienta Auravant completa esta iniciativa con la integración de todos los datos en una única plataforma digital, de forma que se pueda conseguir un manejo integral y digital de las explotaciones vitivinícolas.

Detector precoz de enfermedades

El uso de la Inteligencia Artificial (IA) llega a la vid con propuestas como Televitis, un grupo de investigación en viticultura de precisión y aplicación de nuevas tecnologías al viñedo de la Universidad de La Rioja.

El investigador Ignacio Barrio ha mostrado un «quad» provisto con un ordenador, GPS, sensores y una cámara fotográfica de alta precisión, que recorre los viñedos a 10 kilómetros por hora y toma dos imágenes por segundo.

Estas fotos son procesadas mediante algoritmos inteligentes para hacer una estimación de la producción de uva, en base a los racimos que calcula la IA, que aseguran es más precisa que la de la observación directa.

Más allá de estos avances en el sector vitivinícola, en la jornada de campo se han presentado aplicaciones de productos fitosanitarios con drones y herramientas para la dosificación variable en cultivos extensivos y de productos fitosanitarios en cultivos leñosos.

También un sistema de gestión inteligente de confusión sexual para el control de plagas y la herramienta Digitanimal, que es un localizador GPS para el ganado.

 

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