El proceso de transformación digital e innovación tecnológica de las últimas dos décadas no tiene prácticamente antecedentes en la historia, algo que puede apreciarse en la profunda transformación que ha vivido cualquier sector económico o social. Sin embargo, este fenómeno se ha ido instaurando de forma gradual en España, aunque el objetivo principal a corto plazo pasa por lograr una homogeneización a nivel nacional.
Uno de los ejemplos más claros se puede apreciar en las zonas rurales de Castilla-La Mancha, que siguen inmersas en varios proyectos que pretenden acercar a la ciudadanía con las nuevas herramientas tecnológicas y digitales. La razón principal es que tanto los habitantes de la región como sus empresas salgan fortalecidas en proceso de win to win.
El servicio público como prioridad
Uno de los apartados claves de esta transformación es la administración pública que debe optimizar sus recursos para mejorar los servicios que presta a sus ciudadanos. El proyecto de Smart Rural es uno de los más llamativos a corto plazo, ya que pretende implantar soluciones inteligentes en municipios con menos de 50 mil habitantes para disminuir la brecha digital.
Este tipo de iniciativas serían impensables sin otras que han funcionado con anterioridad y van encaminadas hacia metas similares, debido a que permiten que cualquier persona pueda sumarse a la revolución digital. Los mayores de 50 años son los principales beneficiados, pero también la población general al mejorar las redes de telecomunicaciones, aumentar la calidad de los dispositivos móviles o expandir Internet.
El usuario como gran beneficiado
El otro gran apartado tiene que ver con la empresa privada, donde el usuario sale como un gran beneficiado al acceder a una mejor relación calidad-precio con cualquier producto o servicio. La competencia se multiplica en la red al desaparecer por completo las barreras físicas, algo que impulsa a que las plataformas desarrollen su mejor versión.
Esto supone una contención de los precios, pero también una mayor oferta de contenido como seña de diferenciación respecto a los modelos tradicionales de negocio. Además, algunas plataformas digitales buscan otras ventajas competitivas adicionales como se puede observar en sugerencias de BonusFinder España, que filtra información para ofrecer una lista detallada de los mejores casinos con Bizum.
La idea es extrapolar este tipo de iniciativas a otros sectores que han abrazado la digitalización más tarde que la industria del ocio y el entretenimiento, pero que tienen mucho potencial por delante. De hecho, su implementación es posible en cualquier sector puntero de Castilla-La Mancha, ya que ayuda directamente al trato con proveedores, ofrecer una asistencia personalizada al cliente o exportar la imagen de la compañía más allá de las fronteras nacionales.
La empresa multiplica sus oportunidades de negocio
Esta situación une un servicio público focalizado en la digitalización con mayores oportunidades de negocio para cualquier empresa, que a su vez dirige sus productos o servicios a unos potenciales clientes que entienden de soluciones digitales. A su vez, una formación tecnológica mayor se traduce en facilidad para acceder a nuevos empleos, que acaban repercutiendo positivamente en el sector privado y en el bienestar social de la región.
Las herramientas digitales están al alcance de todos y Castilla-La Mancha está realizando inversiones necesarias para ello tanto a nivel público como empresarial. El futuro es muy prometedor en este ámbito, aunque todos los proyectos miran al medio plazo para poder hablar de un éxito rotundo.
Imágenes: Luciano Emanuel
