A finales de agosto, Marruecos lanzó un ambicioso proyecto en respuesta a los desafíos del cambio climático, buscando garantizar el suministro de agua a las ciudades de Rabat y Casablanca, según publica el digital Atalayar.
La iniciativa consistió en la conexión de dos de los ríos más importantes del país, destinados a abastecer las presas de Sidi Mohamed Ben Abdellah y El Massira.
En un lapso de pocos meses desde su implementación, los resultados positivos del proyecto son evidentes. Nizar Baraka, ministro de Equipamiento y Agua de Marruecos, compartió datos reveladores ante la Cámara de Representantes. Desde septiembre, la conexión fluvial ha posibilitado la transferencia de 110 millones de metros cúbicos de agua, una cantidad significativa considerando que la presa de Sidi Mohamed Ben Abdellah tiene una capacidad total de 180 millones de metros cúbicos.
Este proyecto, gestionado por el actual Gobierno marroquí, se erigió en tiempo récord, aunque inicialmente estaba programado para inaugurarse en 2021. Con un coste de 6 mil millones de dírhams, el Ministerio de Agricultura, en colaboración con la Oficina Regional para el Desarrollo de Gharb, lideró la iniciativa conocida como «autopistas del agua», que abarca más de 66 kilómetros.
De no ser por esta intervención, la presa habría alcanzado apenas la mitad de su capacidad total, aproximadamente 70 millones de metros cúbicos, lo que habría desencadenado cortes en el suministro de agua a las ciudades de Casablanca y Rabat.
‘Autopistas hidráulicas’
El proyecto de Marruecos destaca en la lucha contra la escasez de agua y se presenta como un referente para el continente africano. Al anunciar las «autopistas hidráulicas», las instituciones involucradas subrayaron objetivos cruciales como la flexibilidad y la gestión eficiente de las estructuras hidráulicas, así como la garantía de suministro de agua potable en las regiones costeras.
Estos éxitos demuestran la capacidad de anticipación de Marruecos ante los desafíos, evitando una potencial crisis para dos de sus ciudades más importantes. Este liderazgo ha captado la atención de naciones vecinas, que ahora contemplan seguir el ejemplo marroquí en el ámbito hídrico.
El Gobierno de Aziz Akhannouch tiene planes adicionales para combatir la sequía, con la construcción proyectada de 179 grandes presas para 2027 y la implementación de una veintena de plantas desalinizadoras para 2030. De cumplirse estos pronósticos, Marruecos podría obtener más de 1.000 millones de metros cúbicos únicamente de las plantas desalinizadoras, consolidándose como líder regional en la gestión sostenible del agua.
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179 presas son más o menos las mismas que ha destruido nuestro querido presidente Antonio sanchez