ASAJA denunciaba esta semana que Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma que más superficie deja fuera de los ecorregímenes de la nueva PAC, porque han sido incompatibles con un correcto manejo del cultivo en detrimento de la productividad.
Por este motivo, más de 700.000 hectáreas en Castilla-La Mancha no percibirán el importe correspondiente a los ecorregímenes, de los cuales, casi 600.000 hectáreas corresponden a cultivos leñosos, por la dificultad de aplicar las prácticas medioambientales en estos cultivos de la región.
La organización agraria estima que Castilla-La Mancha deja de percibir más de 35 millones de euros con la aplicación de la nueva Política Agraria Comunitaria.
El presidente de la organización agraria, José María Fresneda, ha manifestado al respecto que “como lleva advirtiendo ASAJA desde que el Ministerio de Agricultura configurara el Plan Estratégico de la PAC (PEPAC), su aplicación es inviable agronómicamente o no es rentable económicamente hablando”.
