EFEAGRO. El consumo del aceite de oliva se está trasladando a otros países después de haberse visto afectado en la cuenca mediterránea por el impacto del cambio climático en la caída de la producción, según el Consejo Oleícola Internacional (COI).
El director ejecutivo del COI, Jaime Lillo, ha destacado que el sector está viviendo las consecuencias del cambio climático, durante su charla inaugural de la undécima edición de la World Olive Oil Exhibition (WOOE), la mayor del mundo dedicada en exclusiva al aceite de oliva y en la que participan más de 800 empresas.
Lillo ha explicado que las olas de calor y la falta de agua han influido en las últimas cosechas cortas, que han interrumpido el incremento de la demanda de aceite de oliva.
Si antes el crecimiento de la producción había sido posible por las nuevas superficies, técnicas e inversiones, esa tendencia se ha roto y se ha entrado en una nueva marcada por la estabilización de las campañas cortas, ha asegurado Lillo.
Este fenómeno ha afectado especialmente a los países mediterráneos como España, que produce un 40 % del aceite de oliva en el mundo, y el retroceso de la demanda ha llegado cuando el consumo estaba «en plena expansión», según el representante del COI.
Una volatilidad «extrema»
«Tenemos una volatilidad extrema que no es buena para nadie» y hace falta estabilizar los precios, ha añadido.
A su juicio, a medida que el consumo en el Mediterráneo y la Unión Europea ha ido descendiendo por la escasez de producto y la sensibilidad de la población al precio, otros países como Estados Unidos, Canadá, China, Japón y Australia lo han acusado menos.
Si en los países mediterráneos el consumo de aceite de oliva supera los 10 kilos por persona y año, en los otros destinos esa cifra no llega a los 2 kilos, una muestra del «potencial de crecimiento» en esas zonas.
Lillo ha subrayado el papel de las exportaciones en ese contexto, ya que en 15 años han pasado de 300.000 toneladas a 1,3 millones, gracias sobre todo al esfuerzo del sector español y de otros países líderes que han llevado el producto a más de 170 países.
Ha puesto de ejemplo los flujos a Estados Unidos, que representa ya un tercio de las importaciones totales.
El director ejecutivo del COI, Jaime Lillo, ha apuntado que cada vez más consumidores van descubriendo las propiedades saludables del aceite de oliva, en medio de la tendencia por buscar más salud, sostenibilidad ambiental, sencillez en el uso y bienestar.
La producción global de aceite de oliva suma unos 3 millones de toneladas anuales y representa un 2 % de la producción de aceites vegetales.
