Rubén Figueroa (EFEAGRO). La filoxera casi acaba con la uva godello, pero tras ser recuperada en los 80 hoy día su cultivo se expande por el noroeste de España impulsado por la moda de los vinos blancos a los que da origen, mientras el precio de su hectárea se ha doblado en 10 años hasta alcanzar los 60.000 euros.
La tendencia por este tipo de vino es visible en restaurantes y locales de moda, según reconoce una fuente del sector, como una alternativa a los más extendidos albariños y verdejos, entre los blancos, y respaldada por los premios y altas puntuaciones que han conseguido elaboraciones de godello en los últimos años.
Vinos frutales
Son vinos frutales, con olor a manzana muy verde, un grado de acidez equilibrado, mucho volumen en boca y muy agradable y fácil de beber, con una graduación aceptable sobre los 12,5 y 13 grados, describe a Efeagro el presidente de la Federación Española de Enólogos, Luis Buitrón.
1.913 hectáreas
Esta buena acogida ha impulsado su cultivo en España, que se circunscribe a la zona noroeste, siguiendo la cuenca del río Sil, hasta crecer un 73,28 % en superficie plantada entre 2018 y 2023, y contabilizar este último año un total de 1.913 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
La expansión se ha dado sobre todo en Castilla y León, en la comarca leonesa de El Bierzo, donde ha pasado de 160 hectáreas en 2018 a 453 en 2023 (+183,13 %).
Pero es en Galicia y, en especial en la comarca de Valdeorras (Orense), donde se encuentra el corazón de esta uva, de pequeño tamaño, color entre verde y amarillo y pulpa muy jugosa: hay 1.396 hectáreas, un 55 % más que en 2018, de las que casi la mitad, 616 has, son de la denominación de origen (DO) Valdeorras, que ha doblado la extensión que dedica a esta uva en los últimos diez años.
Poco terreno
Y ello pese a que la superficie total de viñedos de esta DO apenas ha crecido en 28 hectáreas en ese tiempo, de 1.143 en 2013 a 1.171 en 2023, por la imposibilidad de extenderse más, al ser una zona de minifundios y terrenos escarpados.
«Es muy difícil conseguir terreno», apunta a Efeagro el presidente de la DO Valdeorras, José Ramón Rodríguez, quien explica que la expansión del godello se ha hecho mediante la reconversión de otros viñedos, ante la dificultad de abarcar terreno nuevo, también por las limitaciones del consejo regulador de la DO.
En Valdeorras, el godello se ha recuperado en zonas altas de bancales, terrenos arenosos y pizarrosos, cuenta Rodríguez, una variedad de suelos que, junto a las condiciones climáticas del lugar, propician la «riqueza aromática» y «acidez equilibrada» de sus vinos, según destaca.
A la zona han llegado tanto elaboradores de fuera de Galicia como otros locales que han querido sumarse y agricultores jóvenes que se han asentado, atraídos por la rentabilidad del godello, que se vende entre 1,5 y 2 euros el kilo.
«Estamos consiguiendo que la uva de godello tenga un precio adecuado para su cultivo y un beneficio final de año; entonces se está viendo la incorporación de viticultores jóvenes que se quedan con las plantaciones familiares», relata Rodríguez.
Elevado precio por hectárea
Ante la dificultad para expandirse a nuevos terrenos, el precio de la hectárea se ha multiplicado por dos en 10 años, hasta los 60.000 euros por hectárea, asegura el presidente de la DO Valdeorras.
En comparación, en 2022 el precio de la hectárea en terrenos de uva de vinificación en secado en España fue de 14.365 euros.
«El terreno que hay disponible es relativamente escaso. En Valdeorras apostamos más por la calidad, sabemos que tiene un potencial enológico muy potente, pero tienes que renunciar a la cantidad», expresa Rodríguez.
Preguntado sobre si teme que en algún momento cese el entusiasmo que hoy día despierta el vino godello, el representante de la DO Valdeorras comenta que, más allá de las modas, su escasa producción hará que siempre sea algo «exclusivo».
También hay godello en las denominaciones de origen Monterrei, Bierzo y Ribeiro, entre otras, aunque en menores cantidades que en Valdeorras, donde en los años 80 la oficina agraria puso en marcha el proyecto Re.Vi.Val. para salvar a esta uva de la extinción.
Imagen: Bodega Viña Costeira
