Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales, destacando la tendencia alcista firme de trigo, cebaba y maíz.
Tras el informe mensual de oferta y demanda del USDA (Gobierno de EEUU), los mercados financieros corrigieron sutilmente a la baja pero manteniendo la senda de escalada de precios.
La resistencia en París, de 230€/tn para el trigo (con vencimiento diciembre-2024) está siendo testada por los inversores.
A partir de ahora, se descubrirá la dirección que toman las cotizaciones. Por lo pronto, los fondos de inversión transforman sus posiciones cortas (vendidas) a posiciones largas (compradas) lo que sugiere una consolidación al alza momentánea.
Informe USDA de octubre
Trigo
El mundo pierde respecto al año 2020/2021 unos 27 millones de toneladas, pasando de 284 a 257 millones de reservas mundiales, con los stocks mundiales en claro descenso.
Además, la producción de los exportadores disminuye para este año: Rusia pierde un millón, de 83 82, pero venía de 92 millones de la campaña pasada.
UE pierde también un millón de toneladas: de 124 a 123 millones, pero venía de 134.
¿Cuál es su saldo y ritmo de exportación?
Bien es cierto que Rusia y China han disminuido su consumo interno respecto a 20/21 aunque también disminuyen sus stocks. En resumen, el mundo consume más trigo del que produce.
Si las cosechas de este año decepcionan, como de momento parece para los principales exportadores, la cuestión se puede tensionar.
Es una realidad generalizada, y no solo en España, que el agricultor no vende, pero el mercado necesita su grano. Una cosa son contratos a futuros (papel) y otra entregar mercancía física. Complicada cuestión para los comerciantes.
Maíz
El mundo gana respecto al año 20/21 unos 10 millones de toneladas, pasando de 296 a 306 millones de reservas mundiales. Stocks mundiales en ascenso, aunque en disminución desde la campaña 21/22. La situación en perspectiva parece menos preocupante que para el trigo.
La producción de los exportadores aumenta, sobre todo, gracias a las mejoras previstas para Brasil y Argentina respecto al año pasado. Entre los dos aportan 10 millones de toneladas más al mercado. Aunque parece cierto que Ucrania aportará 7 millones menos.
Mercado español
Al fabricante le cuesta digerir que cada semana tiene que comprar más caro y, al mismo tiempo, al productor le cuesta más liquidar sin mayores subidas que compensen la mala cosecha de años pasados a precios de inputs prohibitivos. En parte, esa es la razón de subida de precios terminada la presión de cosecha nueva.
Pese a todo, los almacenes de grano nacional siguen repletos de grano en ambas Castillas y La Mancha, a la espera de recibir las cosechas de maíz y girasol, así como abonos y semillas que perderán poder de venta de continuar subiendo precio.
En algún momento, toda esa oferta tendrá que salir al mercado. El efecto puede ser contrario como ha pasado en anteriores ocasiones dado que el fabricante, mes a mes, va cubriendo sus necesidades mas o menos inmediatas con un mix de mercancía nacional de cercanía y de importación en diferido.
Ésta se encarece por diversos motivos: tensiones políticas y bélicas; cambios regulatorios de comercio; debilidad del euro frente al dólar; climatología adversa en las regiones exportadoras tanto por exceso de lluvia para las cosechas como por déficit hídrico para las siembras; encarecimiento de los portes y retraso en las arribadas; cambio de flujos comerciales…
Estamos ante un mercado climático pesado y adelantado, y son muchas las dudas respecto a la evolución de la próxima cosecha con stocks ajustados en descenso.