El director de I+D de Koppert España, José Eduardo Belda, ha puesto de manifiesto la relación directa entre el cambio climático y la aparición de nuevas plagas durante su ponencia en el marco del V Simposio de Agricultura Ecológica celebrado en El Ejido (Almería) los días 6 y 7 de noviembre.
Belda mostró a los asistentes al simposio los resultados de varios estudios científicos que confirman la influencia directa del cambio climático y el calentamiento global en la dinámica de las principales plagas que afectan a los cultivos agrícolas en todo el mundo. El incremento progresivo de las temperaturas altera la distribución geográfica de las plagas, facilita que las plagas invadan nuevos territorios y afecta a los métodos de control biológico.
Aumento de la temperatura
En este sentido, el director de I+D de Koppert explicó que un aumento de la temperatura media en invierno provoca, por ejemplo, un adelanto en la fecha de salida de la diapausa invernal, el estado fisiológico de inactividad que adoptan muchos insectos para sobrevivir con bajas temperaturas. “En la práctica, el adelanto en la salida de la diapausa invernal se traduce en que las plagas atacan antes a los cultivos y desarrollan más generaciones al año”, según Belda.
Por tanto, la presencia de nuevas plagas exóticas se ve favorecida por el cambio climático y también por la globalización. “Hay que tener en cuenta que las plagas exóticas tienen más tolerancia a un rango bioclimático más amplio que los insectos nativos, por lo que van a verse beneficiadas en sus fases de introducción, establecimiento y dispersión, señaló el ponente de Koppert”.
Nuevas reglas de juego
Ante esta situación, en la que es frecuente la aparición de nuevas plagas tanto en cultivos protegidos como al aire libre, “las reglas de control biológico no tienen más remedio que actualizarse y se hace necesario redefinir los protocolos ya existentes, así como desarrollar nuevas estrategias basadas, en algunos casos, en nuevos enemigos naturales capaces de controlar a las plagas exóticas”, explicó Belda.
Ya existen varios ejemplos significativos que demuestran la capacidad de adaptación de Koppert para hacer frente durante los últimos años a la aparición de plagas emergentes. Uno de ellos está relacionado con la aparición de la plaga de Tuta absoluta en tomate. Antes de la detección de esta plaga, el control de la mosca blanca, la principal plaga en tomate, se realizaba con éxito utilizando diferentes avispas parásitas. La llegada de la Tuta absoluta a los cultivos de tomate obligó a Koppert a desarrollar un nuevo protocolo de control biológico basado en sueltas de Nesidiocoris tenuis, capaz de controlar ambas plagas (mosca blanca y Tuta absoluta).
Nuevas plagas
Otro ejemplo significativo de la capacidad de innovación de Koppert para controlar exitosamente nuevas plagas tiene que ver con la aparición de Thrips Parvispinus en pimiento.
Gracias a un proyecto propio de investigación, Koppert ha desarrollado en tiempo récord un nuevo protocolo de control biológico basado en la utilización de varios ácaros depredadores (Amblydromalus limonicus y Transeius montdorensis) para frenar las nuevas especies de trips que están provocando graves daños en este cultivo.
Antes de la llegada de Parvispinus, el chinche depredador Orius laevigatus y el ácaro depredador Amblyseius swirskii controlaban eficazmente las principales plagas en pimiento.
Actualmente, el departamento de I+D de Koppert trabaja en la producción de un nuevo enemigo natural capaz de controlar a Delottococcus aberiae (cotonet de Sudáfrica), una plaga emergente que afecta a los cultivos de cítricos.
El objetivo de Koppert, una vez identificado el nuevo enemigo natural, es producirlo en masa e incluirlo en un nuevo protocolo de control biológico para cítricos. “Queremos ofrecer a los productores las soluciones que necesitan para hacer frente de forma sostenible y eficaz a los nuevos retos que representan las plagas emergentes, por eso trabajamos continuamente en investigación e innovación”, concluyó el director de I+D de Koppert España.