Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales, destacando que en el mercado de granos es habitual jugar con la incertidumbre, que es especulación.
El clima y la política, elementos clave en la definición de precios por los cambios que produce en la oferta y la demanda, se hacen presentes con más fuerza que nunca en un entorno económico incierto.
Trump ha irrumpido sacudiendo los mercados, los aranceles presentes y futuros enfrentan a los países y sus economías. La amenaza es real y las debilidades aparecen.
Por el momento, los aranceles de la primera economía del mundo, no se han establecido en el mercado de granos, que está en modo «que viene el lobo».
Maíz y soja
El maíz y la soja están en el punto de mira. Si EE.UU establece aranceles a los productos de China, primer importador mundial de soja y maíz, afectaría de manera notable al primer exportador mundial de maíz y segundo de soja tras Brasil, el propio Estados Unidos.
China optaría por comprar soja y maíz a Brasil en detrimento de los orígenes norteamericanos.
Asimismo los chinos son seres precavidos, tienen las mayores reservas mundiales de maíz y soja.
Un balance comercial de menos exportaciones norteamericanas sería una señal bajista para el mercado de soja y maíz. Siempre y cuando la oferta (producción) sea razonablemente buena.
Es ahí donde aparece el clima. Si Brasil o Argentina no producen lo esperado y China no compra a EE.UU en represalia tendremos un escenario alcista.
El planteamiento contrario, produciría un escenario bajista. Nos encontramos en todo este juego de estrategia y pronóstico.
Volviendo al clima, las estimaciones sobre las producciones de Brasil y Argentina van disminuyendo mes a mes.
La soja parece gozar de mejor salud que el maíz, que sube exponencialmente en precio porque también van disminuyendo los stocks mundiales año tras año.
El origen ucraniano de maíz es un elemento clave en el mercado.
Respecto al trigo, olas polares amenazan las producciones de EE.UU y Rusia (primer exportador mundial). Así, pues, todos atentos al despertar de la primavera y estado de los cultivos.
Por otro lado, Francia, primer exportador europeo, viene de una cosecha pasada nefasta, sus exportaciones son irrisorias frente a la media, trata de competir con los orígenes rusos pero no es capaz y debe bajar precio si quiere vender lo poco que tiene antes de cosecha nueva. Competencia en toda regla para colocar grano en el Norte de África (primeros importadores mundiales de trigo).
Hay otros elementos a considerar como la moneda y la debilidad del euro frente al dólar que encarecería los precios. Por el momento se mantiene estable en el entorno de 1,04. El petróleo encuentra soporte en los 70$ el barril y hay que vigilarlo (influye en los fletes).
España
En España no gusta un maíz caro, pero es como está. Un maíz caro debería provocar una disminución de éste en las raciones de pienso en favor de cebada y trigo. Un aumento de demanda de cebada y trigo debería hacer ascender sus precios.
Sin embargo, parece que sobra mucha cebada en este país, y los vendedores salen al mercado ajenos a los precios de importación, bajándolos para vender a toda costa. En definitiva, un mercado nacional plano a la espera de acontecimientos.