La Mesa Nacional del Ajo ha celebrado su Asamblea en Montalbán de Córdoba (Córdoba), donde ha elegido como nuevo presidente a José Carlos Patiño Sáiz, actual presidente de la cooperativa de segundo grado Coopaman, de Las Pedroñeras (Cuenca).
Patiño sustituye a Julio Bacete, otro castellanomanchego, que ha ostentado la presidencia desde la creación de la asociación, en el año 2009. Los asistentes a la asamblea reconocieron y agradecieron su trabajo, entrega y dedicación durante todos estos años.
Situación de las siembras a nivel nacional
Por otro lado, durante la Asamblea se analizó la situación de las siembras a nivel nacional. Se prevé un ligero repunte de la siembra de ajo, estimándose una superficie sembrada de 23.956 hectáreas, lo que supone un ligero incremento del 5 % respecto al año pasado, tras tres años consecutivos de descenso de la superficie sembrada.
Otro aspecto destacable es que se prevé un descenso del grado de aseguramiento, ya que esta campaña se ha asegurado un 5% menos de hectáreas pese a haberse incrementado ligeramente la superficie de cultivo.
Por comunidades autónomas
Por comunidades autónomas, Andalucía y Castilla-La Mancha son las regiones que han registrado el mayor incremento de superficie sembrada, 6% y 7%, respectivamente, mientras que en Castilla y León se espera un ligero descenso de la superficie sembrada del 3%.
En cuanto a las perspectivas de la nueva cosecha, se observa un retraso de unos 10 días, con una heterogeneidad muy grande entre parcelas de producción esperada. La meteorología de los próximos días será clave para la determinación del calibre y el rendimiento final.
Lo que más preocupa al sector es la pérdida de competitividad de la producción europea, derivada del incremento de costes de producción ante la disminución de soluciones para el mantenimiento adecuado de la sanidad del cultivo del ajo, sin que exista una reciprocidad de exigencias a la producción procedente de terceros países.
Esta situación se ve acentuada por la falta de comunicación al consumidor y distribución de las mayores exigencias a las que se somete la producción europea, lo que hace necesario un precio mayor del ajo europeo, que el de terceros países, ya que es el que más garantías sanitarias proporciona y dado que es un producto con bajo consumo per cápita (0,8 kg por persona y año) su incidencia en el coste de la cesta de la compra es irrelevante.
Por último, destacan que en la actualidad apenas hay existencias de la campaña pasada lo que previsiblemente animara las operaciones al inicio.