A las puertas de la nueva campaña de vendimia, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos estima que las cifras que se van apuntando en cuanto a macromagnitudes son muy similares a las del pasado ejercicio: en torno a los 37-38 millones de hectólitros de vino y mosto.
Situación por regiones
No obstante, la situación es desigual en función de las distintas regiones. Mientras que Galicia, Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha o Extremadura contarán con una producción muy similar a la de la pasada campaña, en las distintas regiones de Castilla y León o Rioja, la plaga del mildiu está poniendo en jaque alcanzar producciones similares.
Apuntan que con el telón de fondo de una demanda débil y desconfiada, por la guerra arancelaria desatada por la administración Trump, de nuevo, los precios “brillan por su ausencia”, si acaso, su tendencia es, siempre a la baja respecto a los establecidos en la campaña pasada, tanto en Denominaciones de Origen de prestigio (Cava, Rioja o Ribera del Duero) como en vinos destinados a su comercialización sin Indicación Geográfica.
Desde la organización agraria se preguntan “de qué sirven las reuniones referidas al ’Paquete Vino’; las visiones estratégicas; los cantos de sirena que loan la importancia económica y social de este sector, si luego somos carne de cañón a la hora de establecer pactos comerciales bajo presión, de cuadrar presupuestos que redundan en menos Europa, de ser, ya no moneda de cambio, sino tan solo calderilla en bolsillos manirrotos dispuestos a pagar energía más cara y gastos en defensa en beneficio de un lobby de poder fáctico repulsivo”.
Y mientras, -lamentan- “seguimos con en un escenario marcado por amenazas de diversa índole: la escasa protección que la Ley para la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria genera en la necesaria contractualización con entre productores y bodegas, la necesidad de medidas reales y palpables que permitan su reestructuración, la ausencia de estrategias que garanticen su mera supervivencia, que atiendan a las necesidades de la producción, que garanticen un relevo generacional y que eviten la deriva hacia un descepe generalizado en amplias zonas del Estado”.
 

 
