La Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Granada (Faeca) ha dado la voz de alarma en su primera previsión sobre el olivar en la provincia, al destacar que la escasez de lluvias de los últimos meses y las altas temperaturas no solo reducirán la cosecha sino que pueden dañar los olivos.
Según señalan, las cooperativas olivareras de la provincia “viven con inquietud la inminente campaña de recolección de aceituna, que comenzará entre los meses de octubre y noviembre. Aunque tras las lluvias de primavera, las previsiones apuntaban a una cosecha aceptable, mejor que la de los últimos años, la falta de agua y las altas temperaturas han empeorado de forma notable las expectativas”.
Reducción de la producción
El sector teme que esta situación no solo reduzca de manera significativa la producción, sino que además pueden dañar los olivos si persiste la sequía.
“La preocupación es máxima, porque el olivar depende de la lluvia para completar el ciclo. Si no llegan precipitaciones en breve, la campaña será mucho más corta de lo previsto y lo más preocupante es que puede verse comprometida la salud del árbol”, ha señalado Rafael Almirón, representante del sector del aceite de oliva en la Federación de Cooperativas y presidente de la cooperativa Aceites Algarinejo. Almirón también ha subrayado que en la provincia de Granada, el 90% de la superficie del olivar está en secano.
El sector cooperativo, que supone el 70% en cuanto a producción de aceite de oliva en la provincia de Granada, insiste en que la necesidad de que caiga agua para poder garantizar la viabilidad de la campaña y salvaguardar un cultivo que constituye un pilar económico y social en el medio rural granadino.