Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, a la luz de los nuevos focos de influenza aviar que han ocurrido las semanas pasadas, demanda más coordinación entre Ministerio y Consejerías para poder hacer frente a posibles focos de forma más eficaz.
Sin Planes de Contingencia
Unión de Uniones señala que muchas Comunidades Autónomas no contarían aún con Planes de Contingencia frente a la enfermedad, lo que, en caso de foco, provoca menor agilidad a la hora de actuar y tomar decisiones.
En este sentido, reclama a las CCAA que se doten con estos Planes y los hagan conocer a todos los agentes interesados, de cara a mejorar la preparación, coordinación y capacidad de actuar frente a la enfermedad.
Asimismo, la organización hace un llamamiento a los ganaderos en general para que hagan lo que esté en su mano para aumentar las medidas de bioseguridad, evitando que se puedan generar contactos con aves silvestres que, actualmente, serían el foco más importante de la enfermedad, extremando la higiene y la vigilancia.
“Esta enfermedad, aunque puede preocupar, se puede combatir con buenas prácticas”, comentan desde la organización. “Para ello, tiene que haber una mayor sintonía, con una respuesta rápida entre la administración y los ganaderos que son los mayores conocedores de lo que necesita una explotación para preservar su buena salud”, añaden.
Unión de Uniones también considera importante, tal y como ha hecho llegar a la Dirección General de Sanidad en la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, las flexibilidades del Reglamento Delegado 2020/687, que permiten a granjas en zonas restringidas por la enfermedad, en una evaluación caso por caso, a petición del interesado a los servicios veterinarios, y siempre que se salvaguarden las mejores condiciones controladas de bioseguridad y trazabilidad, el movimiento controlado de animales destinados a sacrificio, entrada de animales, así como la gestión de la yacija procedente de granjas, bajo las condiciones del Reglamento.
La organización cree esencial que el sector pueda contar con estas excepciones, ya que, las granjas que, a pesar de estar en zonas de restricción, mantienen un estricto nivel de bioseguridad, podrían seguir operando, y mantener la actividad económica de dichos avicultores. Esto evita, además, la acumulación de animales en granja, reduce los riesgos sanitarios derivados de la sobrecarga de instalaciones y permite una adecuada gestión de los residuos orgánicos.
Por otra parte, Unión de Uniones considera que se debe seguir avanzando con el registro obligatorio de explotaciones y censado de animales en núcleos de autoconsumo así como apoyar las medidas de bioseguridad en estas.
La organización entiende la carga administrativa que supone este trámite, pero lo considera esencial de cara a que se tenga una visión real del riesgo en los distintos territorios, y que se pueda hacer frente de forma más efectiva a la enfermedad.
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