Hoy, 15 de octubre de 2025 queremos hacernos presentes en los medios, redes, foros… para celebrar, como cada año, el Día Internacional de las mujeres rurales y felicitar a todas las mujeres que desde distintos rincones, trabajos, sectores o condiciones, siguen luchando por una mayor justicia y presencia visible, especialmente de las mujeres que trabajan cada día, en sus granjas, huertas, montes o campos.
El camino recorrido por las Mujeres que componen la Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas, desde hace casi 20 años, no ha sido fácil. De casi la nada hemos conseguido, en gran medida, el reto que nos marcábamos en cuanto a trabajo para estar presentes y hacer que se oyera nuestra voz allá donde hubiera que estar para visibilizar la situación de las mujeres rurales de cualquiera de los sectores, rincones y pueblos de nuestro país. Hemos tenido esa oportunidad y esa capacidad.
Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, ha afirmado estos días que “en los lugares donde se ha priorizado la igualdad de género, las economías y sociedades han avanzado enormemente. Las inversiones específicas en igualdad de género tienen este potencial transformador. Con solo cerrar la brecha digital de género, se beneficiaría a 343,5 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, 30 millones de ellas saldrían de la pobreza para 2050 y se sumarían 1,5 billones de dólares al PIB mundial para 2030”.
Sin embargo, en el campo de nuestro país las mujeres siguen estando infrarrepresentadas, con escasas posibilidades de ser acreedoras y dueñas de las decisiones que les afectan cada día en materia de precios en sus productos, de condiciones laborales y salariales, en seguridad alimentaria, en acceso a tierras, a puestos de responsabilidad en las Organizaciones agrarias o en los Consejos rectores de las cooperativas… Y en algunos casos, no porque se les niegue directamente ese acceso, sino porque son tantos los obstáculos y trabajos que deberían ser compartidos y no lo son en su día a día, que muchas mujeres deben decidir entre esa visibilidad a costa de un grandísimo esfuerzo personal o la invisibilidad que les deja algún rato más para poder “vivir sin perecer”. A esto le dedicaremos también una parte importante de nuestro trabajo.
Desde la Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por la igualdad real en el campo, por el reconocimiento del papel esencial de las mujeres rurales y por un futuro en el que su trabajo, su voz y su liderazgo sean plenamente valorados.
Rosa Arranz García. Presidenta de La Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas