Opinión. Módulos 2026: cuando Hacienda legisla de espaldas al campo. Juan José Álvarez. Secretario de Organización de ASAJA

Juan José Álvarez

El proyecto de Orden de Módulos para 2026 confirma lo que desde ASAJA temíamos: Hacienda ha optado por la continuidad, pero no por la sensatez. Y lo hace  en un momento en el que la rentabilidad de miles de explotaciones pende de un hilo. Siempre hemos manifestado, somos defensores a ultranza y estamos convencidos que el Régimen de Estimación Objetiva del IRPF para los agricultores y ganaderos es la mejor opción fiscal desde su entrada en vigor,  en el año 1993 , pero, repetir el esquema fiscal del año anterior no es una solución: es un problema.

Que la Administración considere que “más de lo mismo” es suficiente demuestra, una vez más, que el campo sigue fuera del radar de quienes diseñan las políticas fiscales. Porque la realidad es tozuda: los costes no han vuelto a los niveles previos a la crisis, la energía continúa disparada y los fertilizantes siguen marcando un diferencial que asfixia al agricultor profesional. Sin embargo, Hacienda actúa como si todo eso ya no existiera.

Lo más preocupante del borrador no es lo que incluye, sino lo que omite. Por segundo año consecutivo, desaparecen las bonificaciones extraordinarias que fueron esenciales para sostener las explotaciones en los peores momentos: la reducción del 35% en el gasóleo agrícola y del 15% en plásticos y fertilizantes. Sacar del texto estas herramientas no es una decisión técnica: es un varapalo a la competitividad del sector. Quienes trabajamos cada día con los números del campo sabemos que suprimir estos apoyos equivale a elevar la factura final de forma directa, sin rodeos y sin miramientos.

A cambio, Hacienda mantiene la reducción lineal del 5% en el rendimiento neto. Pero seamos claros: en 2026, con la inflación acumulada que arrastramos, ese 5% es insuficiente. De hecho, para muchas explotaciones será una subida de impuestos encubierta. Ya no estamos en 2019, y pretender que una rebaja tan modesta compense la escalada de precios es desconocer la realidad contable de cualquier explotación.

Hay un elemento positivo que conviene reconocer: se mantiene el régimen de estimación objetiva , también llamado de módulos y se mantiene el límite de 250.000 euros para permanecer en dicho régimen  y, gracias al trabajo de ASAJA, se consolida que el IVA compensatorio no compute en ese límite. Esta medida, lograda el año pasado, evita que muchos agricultores queden expulsados del sistema por motivos puramente administrativos. Es un logro importante, pero insuficiente para compensar el resto del cuadro fiscal.

Lo que necesita el campo no es un “parche anual”, sino una revisión estructural de la fiscalidad agraria que incluya también medidas para los agricultores y ganaderos que tributan en el régimen de estimación directa del IRPF. Los módulos no pueden convertirse en un ejercicio burocrático que repite lo mismo año tras año mientras la realidad cambia a velocidad de vértigo. Necesitamos una política fiscal coherente, que proteja la viabilidad de las explotaciones y que entienda que sin márgenes no hay inversión, sin inversión no hay modernización y sin modernización no hay futuro.

Desde ASAJA seguiremos trabajando para que estas demandas se reflejen en la orden de reducciones de los módulos que suele publicarse en marzo y recoge las situaciones meteorológicas y de crisis de lagunas producciones en zonas concretas de nuestro país. No pedimos privilegios. Pedimos justicia fiscal. Pedimos que Hacienda deje de legislar de espaldas al campo y empiece, de una vez, a mirar a quienes sostienen la alimentación de este país.

Juan José Álvarez. Secretario de Organización de ASAJA

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