La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado este miércoles la «paradoja devastadora» que vive el sector porcino español tras la detección de Peste Porcina Africana (PPA) en nueve jabalíes en Cerdanyola del Vallés (Barcelona):mientras los ganaderos han invertido entre 135.000 y 240.000 euros por explotación en medidas de bioseguridad durante las últimas dos décadas, las administraciones, nacional y autonómicas, permitieron que la población de jabalíes se multiplicara por seis sin implementar ningún plan de control efectivo.
Granjas más bioseguras de Europa
«Tenemos las granjas más bioseguras de Europa, verdaderas fortalezas sanitarias, pero pagamos la factura de un jabalí que se comió un bocadillo de embutido”, ha declarado Jaume Bernis, responsable del sector porcino de COAG.
«Como ganaderos hemos invertido décadas de trabajo y cientos de miles de euros en cumplir con todas las normativas europeas de bioseguridad, bienestar animal y trazabilidad. Hemos puesto vallados perimetrales, vados sanitarios, vestuarios con zona limpia y sucia para personal, sistemas de análisis continuos… y ahora vemos cómo 39 granjas catalanas quedan confinadas durante un año y 20 países cierran nuestras exportaciones por una gestión administrativa negligente de la fauna salvaje».
La inversión silenciada: millones en bioseguridad
Según datos elaborados por COAG sobre la base de inversiones reales de sus afiliados ganaderos, una granja porcina estándar en España (1.000-2.000 cerdas) ha tenido que invertir en los últimos años:
-Entre 80.000 y 150.000 euros en vallado perimetral de bioseguridad con doble valla y enterrado anti-jabalí
-Entre 25.000 y 40.000 euros en vados sanitarios y arcos de desinfección
-Entre 30.000 y 50.000 euros en vestuarios y duchas obligatorias para el personal.
-Más de 75.000 euros anuales en costes operativos de bioseguridad (mantenimiento, productos, auditorías, formación).
Total: entre 135.000 y 240.000 euros de inversión inicial, a los que hay que sumar más de 75.000 euros anuales de gastos de mantenimiento y operación.
«Estos son datos reales, no estimaciones», subraya Bernis. «Cada ganadero que aguanta en el sector lo hace porque invirtió lo que cuesta un piso en Barcelona para tener una explotación a prueba de amenazas externas. La pregunta es: ¿qué hizo la administración en estos 20 años para protegernos de esas amenazas? La respuesta es absolutamente nada”.
Grave problema estructural
COAG se refiere a un grave problema estructural que se ha agudizado en la última década por:
–Fragmentación territorial: 17 Comunidades Autónomas, 17 políticas de caza diferentes.
–Politización: prohibiciones de caza por presión animalista sin alternativas de control.
–Falta de coordinación: Medio Ambiente vs. Agricultura (sin comunicación efectiva).
–Ausencia de vigilancia epidemiológica: no se monitorizaban jabalíes en zonas críticas.
1,3 millones de jabalíes sin control
Mientras el sector ganadero invertía en bioseguridad, la población de jabalíes en España pasó de 200.000 ejemplares en 1990 a más de 1.300.000 en 2024, según datos de la Fundación Artemisan, la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM) y las federaciones de caza. Un incremento del 550% en tres décadas sin que ninguna administración activara planes de control efectivos.
«Esto no es un accidente, es una negligencia sistemática», denuncia el responsable de porcino de COAG.
Jabalíes en ciudades
«En Cataluña, las zonas periurbanas de Barcelona alcanzan densidades de hasta 15 jabalíes por kilómetro cuadrado cuando la media europea sostenible es de 2-4 ejemplares. Eso significa que Cataluña multiplica por cuatro la densidad segura, y nadie hizo nada».
Plan Nacional de Gestión de Fauna Salvaje 2025-2030
En sentido, desde COAG se reclama al Gobierno y las CC.AA. un Plan Nacional de Gestión de Fauna Salvaje 2025-2030, que recoja una coordinación obligatoria entre las 17 CCAA, cupos mínimos de caza según densidad poblacional por zona y sanciones por incumplimiento de objetivos de control.
“No podemos jugarnos casi 9.000 millones de euros en exportaciones y dejar en el aire el futuro de 80.000 granjas cada vez que un jabalí baja a comer a un contenedor de basura en cualquier punto de España. Exigimos responsabilidad y acción institucional”, ha puntualizado Bernis.

























