La Mancha húmeda está catalogada como uno de los paraísos RAMSAR y el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado que «la parte más importante de este proyecto LIFE no es en sí misma, la recuperación ambiental -que evidentemente es muy importante-, sino lo que tiene de educación ambiental de concienciación y de divulgación de aquello que tenemos en Castilla-La Mancha, de este patrimonio natural impresionante que muchas veces no conocemos».
El consejero ha realizado estas declaraciones en el centro ‘El Humedal de Don Quijote’ de Pedro Muñoz (Ciudad Real) donde se han presentado los resultados del proyecto LIFE ‘Humedales de La Mancha’ que durante 2010-2016 ha desarrollado actividades de conservación del hábitat que rodea a 27 lagunas, las estepas salinas mediterráneas en Pedro Muñoz, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Las Mesas, Las Pedroñeras, Lillo, Mota del Cuervo, Quero, Villacañas y Villafranca de los Caballeros.
Estos ecosistemas son únicos en Europa y la Directiva Hábitat (Directiva 92/43/CEE) considera su conservación prioritaria ya que albergan especies de flora y fauna características, como el albardín (Lygeum spartum) o la acelguilla salada (Limonium sp.), que son únicamente comparables a algunos complejos lacustres ubicados en Mongolia y el norte de África.
Estos hábitats han sufrido en las últimas décadas un retroceso notable. Por ello, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Fundación ‘Global Nature’ han desarrollado el proyecto LIFE ‘Humedales de La Mancha’, con un presupuesto total de más de dos millones de euros, con actividades que se han centrado en la protección de dichos hábitats y en la generación de beneficios socioeconómicos en la región.
En cualquier caso, Martínez Arroyo ha hecho hincapié en que “hay que empezar a creérselo allí donde están los complejos lagunares y donde está el patrimonio natural». Y ha aludido a que “es importante que aquellos que viven al lado de las lagunas sepan valorarlas», teniendo en cuenta que “es compatible, sin duda, la conservación del espacio natural con la generación de actividad económica, con el desarrollo de la agricultura, de la ganadería y de la industria agroalimentaria”. “Lo que hay que hacer son las cosas bien”, ha añadido.
Apoyo a la agricultura y ganadería
La generación de beneficios socioeconómicos ha sido un objetivo constante a lo largo del proyecto, considerando la protección ambiental como una oportunidad de generar valor para la población local. La Fundación ‘Global Nature’ ha apoyado la producción y comercialización de productos agrarios ecológicos procedentes de la Red Natura 2000 y se han firmado acuerdos con productores de legumbre (garbanzo pedrosillano, lenteja pardina y lenteja castellana), cuya labor permite además la conservación de poblaciones de aves esteparias, como avutardas o sisones.
El Gobierno regional valora la labor de la Fundación que realiza la compra de la producción y la venta, tanto en España como en otros países de la UE, diferenciando en el mercado los productos que contribuyen a conservar la biodiversidad, realizando el envasado en su nave de Villacañas (Toledo) y participando en ferias nacionales o internacionales como Biofach, la mayor feria de productos ecológicos de Europa. Actualmente está extendiendo esta actividad de apoyo a otros productos ecológicos, como almendra o pistacho, y ha participado también en la creación de la primera cooperativa de almendro ecológico de la región.
La principal actividad del proyecto ha sido la compra de tierras de alto valor natural donde, una vez adquiridas, se han realizado acciones de conservación como la plantación de especies autóctonas, principalmente albardín, limonio y, en menor medida encina, coscoja, retama, cambrón, álamo, taray o sauce. Con este fin se han producido plantas autóctonas mediante semillas obtenidas en la zona, asegurando así su procedencia local. Esta actividad se ha realizado en el vivero de Malagón, propiedad del Gobierno regional, y el Real Jardín Botánico, del CSIC, que ha asesorado en la planificación de las plantaciones. Tras la finalización del proyecto este vivero continuará produciendo ejemplares de vegetación autóctona para ampliar las actividades de restauración de entornos lagunares.
También se han cerrado zanjas y balsas construidas históricamente para la extracción de sal de algunas lagunas; se han vallado zonas sensibles en el contorno de las mismas, se han modificado caminos y se han realizado labores de limpieza. En total, se han movido 6.000 metros cúbicos de tierra en parcelas de titularidad pública o de titularidad privada a través de acuerdos de colaboración con los propietarios.
