Anima a viticultores DO Mondéjar a solicitar ayudas a reestructuración

La directora general de Agricultura y Ganadería recuerda que el plazo de solicitud está abierto hasta el próximo 14 de agosto y que el principal objetivo de estas ayudas es “aumentar la rentabilidad y la eficiencia de las explotaciones vitivinícolas”

La directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce, ha mantenido un encuentro con los viticultores de la Denominación de Origen Mondéjar para poner a su disposición las ayudas a la reestructuración y reconversión del viñedo convocadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha. Según ha señalado, estas ayudas, cuyo plazo de solicitud está abierto hasta el próximo 14 de agosto, tienen como principal objetivo “aumentar la rentabilidad y la eficiencia de las explotaciones vitivinícolas” a través de la modernización, la tecnificación o la regeneración varietal de los cultivos para su mejor adaptación al mercado.

Cruz Ponce ha puesto de manifiesto que en Castilla-La Mancha se apoya la reestructuración
del viñedo desde el año 2000 y desde esa fecha son 175.000 las hectáreas que se han
reestructurado en el conjunto de la región. En la última convocatoria fueron 45.000 las
hectáreas acogidas y de ellas tan solo 30 corresponden a la provincia de Guadalajara. Por esta razón, la directora general de Agricultura y Ganadería ha destacado el “gran potencial” que tiene la provincia para “incrementar la superficie de viñedo y la rentabilidad de la explotaciones a través de estas ayudas”.

A este encuentro informativo han acudido más de una veintena de viticultores incluidos en la Denominación de Origen Mondéjar, entre ellos el nuevo presidente de la Denominación, José Luis Sánchez. Además, han estado presentes el director general de Industrias Agroalimentarias y Cooperativas, Gregorio Jaime; el director general de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Santos López; y el alcalde de Mondéjar, José Luis Vega.

Sobre las ayudas Las ayudas a la reestructuración del viñedo subvencionan la inversión realizada en las explotaciones y pueden alcanzar el 50 por ciento de dicha inversión. Los beneficiarios reciben además una compensación por la pérdida de ingresos derivada de la ejecución de las operaciones realizadas.

Estas ayudas se destinan fundamentalmente al cambio del sistema de conducción de vaso a espaldera, un proceso destinado a que en las explotaciones se puedan mecanizar acciones como la poda, la espergura y la vendimia, lo que aumenta la rentabilidad de las explotaciones y​ la calidad de la uva. También se subvenciona la modificación de las variedades plantadas, con el objetivo de apoyar la apuesta por la calidad y la adaptación y competitividad en los mercados.

La reestructuración puede solicitarse de manera colectiva, lo que requiere un mínimo de 20
agricultores y de 25 hectáreas, o a título individual, con un mínimo de 10 hectáreas.

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