ASAJA Toledo advierte sobre cambios en aplicación de purines en campo

El 1 de enero entran en vigor modificaciones en las normas de condicionalidad que afectan a los sistemas de abonado orgánico

La presidenta de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Toledo, Blanca Corroto, se ha reunido con representantes de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural para analizar los efectos en la ganadería de porcino de las modificaciones aprobadas por el Gobierno central en la aplicación de purín en superficies agrícolas, cambios que tienen que ver con las normas de condicionalidad agraria.

Durante el encuentro, en el que también ha estado presente Manuel Martín, presidente de la Cooperativa de Piensos San Antón de Gálvez, principal zona productora de porcino de Castilla-La Mancha, la organización agraria ha transmitido sus propuestas para que la adaptación a la nueva normativa resulte lo menos gravosa posible a los ganaderos de la región.

El 1 de enero entra en vigor el Real Decreto 980/2017, de 10 de noviembre, por el cual se introducen cambios en la aplicación de la Política Agrícola Común (PAC) en España, que entre otros aspectos modifica algunas normas de la condicionalidad que deben cumplir los beneficiarios de ayudas agrarias. A partir de primeros de año la aplicación de purín en las tierras agrícolas no podrá realizarse mediante sistemas de plato o abanico ni cañones, una medida con la que se pretende reducir la emisión de amoníaco y otros gases a la atmósfera.

El sistema de plato o abanico es uno de los más utilizados para abonar con purín, sin embargo, a partir de enero, se tendrán que utilizar métodos de abonado que depositen el líquido a corta distancia de la tierra. Además, el RD también establece que los estiércoles deberán enterrarse después de su aplicación en el menor período de tiempo posible.

Propuestas

ASAJA de Toledo ha planteado a la Consejería de Agricultura dos posibles soluciones, con relación a la aplicación de purines, que se ajustan a la norma, respetan el medio ambiente y no implican un coste excesivo para los ganaderos y agricultores. En este sentido, la organización agraria plantea que se puedan utilizar aplicadores de purín con sistema de barras, cortina o tubos, que echan el abono a ras del suelo y, además, son fácilmente adaptables a las cubas actuales, por lo que no requieren una inversión alta por parte del productor. La segunda opción sería poder utilizar el plato tradicional invertido de manera que se pueda esparcir el líquido a unos 30 centímetros de la tierra.

Ambas propuestas han encontrado una respuesta positiva por parte de la Administración, que ha insistido en la necesidad de enterrar el abono en el menor tiempo posible después de su aplicación para evitar la emisión de gases a la atmósfera.

ASAJA de Toledo solicitó la reunión a petición de los ganaderos de la comarca de Gálvez, principal zona productora de porcino de Castilla-La Mancha, con los que la organización agraria se había reunido previamente.

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