La empresa integradora IcPor, perteneciente a la cárnica Incarlopsa, ha presentado un nuevo proyecto de explotación industrial en Zarzuela (Cuenca). En este caso, como en Almendros, Belinchón o Vellisca, se trata, explican desde Pueblos Vivos Cuenca, de una explotación de madres reproductoras de 2.685 plazas más 400 de reposición, en total 3.085 cerdas reproductoras, que producirán 80.550 lechones al año.
El consumo de agua de esta explotación, denuncian desde este colectivo, será de «más de 44 millones de litros, casi el doble que el consumo de todo el municipio (26,5 millones de litros). Producirá 17,5 millones de litros de purines que serán esparcidos en los términos de Zarzuela, Villalba de la Sierra y Portilla, con riesgo de contaminación por nitratos del agua para uso humano, como sucede en los municipios de alrededor de Huerta de la Obispalía, donde una Sentencia del TSJ de Castilla-La Mancha acreditó esta contaminación».
Esta nueva solicitud viene a indicar, según Pueblos Vivos, «que Incarlopsa también pretende expandir su zona de producción hacia la comarca del Campichuelo y la Serranía de Cuenca, ya que indudablemente los lechones que salgan de esta explotación deberán ir a explotaciones de cebo cercanas». En general, apuntan, por cada explotación de madres reproductoras de este tamaño, «que es el máximo permitido por la normativa», deben instalarse entre 15 y 20 explotaciones de cebo para engordar los lechones.
Según Pueblos Vivos, «teniendo en cuenta que gran parte de los purines se esparcirán en el término municipal de Villaba de la Sierra, a cuya distancia del casco urbano la explotación estaría a 2,5 km, es especialmente preocupante esta nueva solicitud por situarse en una zona con un alto desarrollo turístico, con muchas casas rurales, hostales, hoteles, restaurantes y empresas multiaventura y de turismo de naturaleza, que pueden verse afectadas directamente por este proyecto».
El colectivo destaca que la finca donde se pretende instalar esta explotación industrial se encuentra a 1,4 km del casco urbano de Zarzuela, según el proyecto presentado por la propia empresa. Por lo que siguiendo las consideraciones del consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Martínez Arroyo, quien en julio de 2017 aseguró que se iba a modificar mediante decreto la distancia mínima de estas explotaciones a cascos urbanos hasta llegar a los 2 km., «afectaría a los vecinos y vecinas del pueblo así como a las empresas».
A pesar del compromiso de sacar adelante este decreto antes de finalizar el año 2017, recuerdan desde Pueblos Vivos, todavía no ha sido aprobado. «Si hubiera sido aprobado este proyecto no podría salir adelante», afirman.
