El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho referencia a los problemas que la agricultura castellano-manchega ha tenido históricamente a la hora de desarrollar proyectos relacionados con el regadío. Una tradición hacia los cultivos de secano que, ha recordado García-Page, ha sido impulsada desde el Estado desde los años 40 y 50 del pasado siglo XX cuando se “teorizó” sobre la desecación de las lagunas de La Mancha y que “condenó” a la región a este tipo de agricultura mientras, en el Levante, se desarrollan “miles y miles de hectáreas de regadíos ilegales”.
Al hilo de estas declaraciones, el presidente de Castilla-La Mancha ha indicado que el Gobierno regional está ultimando con el Ejecutivo central un convenio para poder gestionar directamente 25 hectómetros cúbicos de agua del Alto Guadiana con la finalidad de avanzar en la regularización de “lo que podrían considerarse pozos no regularizados”, después de que, durante los últimos años se haya solventado la situación de “prácticamente la mitad” de ellos.
Así lo ha asegurado el presidente regional durante el acto de inauguración de la tercera jornada para la difusión de la innovación en el sector cooperativo agrario de Castilla-La Mancha ‘DICA 2019’, que se ha celebrado este miércoles en Toledo; un acto en el que también han participado, entre otros, el presidente de Eurocaja Rural, Javier López Martín; y el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.
