El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado este jueves su confianza en alcanzar un acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) para “volver a la normalidad y poner en valor los 1.600 pozos” del Alto Guadiana “que en el Levante dicen que son ilegales”, pero que realmente “son de necesidad en esta tierra”.
Del mismo modo, García-Page ha apostado por acabar con la especulación con el agua y se ha mostrado contrario a que “quienes tienen más de 150.000 hectáreas de regadío, insulten a los nuestros que vienen sufriendo” esta problemática. Por ello, ha mostrado su disposición a establecer un acuerdo con el sector para la creación de un banco público “que garantice que, quien necesite agua, la tendrá sin especulación”.
Así lo ha señalado este jueves durante la clausura, en Pedro Muñoz (Ciudad Real), de las ‘Jornadas del Estatuto de la Mujer Rural’ organizadas por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).
Un acto en el que han participado medio centenar de mujeres a quienes el presidente ha pedido su apoyo para que la región “gane la batalla de la justicia que tenemos planteada con el agua”, sobre todo en esta zona del Alto Guadiana, donde hay una gran preocupación al respecto.
Durante su intervención, el presidente regional ha destacado que en estos años se han “normalizado y regularizado” la mitad de todos los pozos que han tenido “retrasos inmensos” en las concesiones, y ha lamentado que vivimos “en una tierra con agua a la que se le impide vivir del agua”.
Igualmente, ha recordado cómo en la dictadura se activó hasta un plan de desecación de las lagunas y pasamos “de ser el mar de Castilla a un plan de desecación”, y en algunos casos, con la existencia de la sobreexplotación de los acuíferos.
