El hangar de la estación del ferrocarril de Tomelloso (Ciudad Real) ha acogido la III Edición de la Ruta Española del Buen Pan en su fase de Castilla-La Mancha. Una convocatoria que sirve para hacer entrega de la “Miga de Oro” y para valorar los mejores obradores que participarán en la fase final de la Ruta que define los 80 panaderos Top que forman parte de ella.
La alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, se acercó al evento para conocer cómo se estaba desarrollando el concurso y dar la bienvenida a los participantes a Tomelloso, una ciudad recordó, que cuenta con grandes profesionales en el sector.
Según explicó Eduardo Verdaguer, fundador del colectivo Panatics e impulsor de este concurso, se trata de la primera vez que se celebra el evento en la región, participando en toda España unos 900 panaderos para seleccionar a los 80 que formarán la Ruta Española. Además de un buen producto, también se valora su labor de difusión de la cultura y el mundo del pan, la presentación del producto en tienda y la atención al público.
Tomelloso acogió las catas finales a cargo de un jurado profesional que valoró el aspecto físico, corteza, suela, alveolado interior, aroma y, por supuesto, el sabor. Participaron empresas relacionadas con la elaboración del pan, no sólo panaderías, también fabricantes de levaduras, semillas, comerciales, etc. Hubo una degustación de diferentes productos como pizzas, pastas o bollería y catering para todos los participantes y asistentes.
De entre los 25 representantes de toda la región al concurso, Panaderos Artesanos J. Sánchez, de Tomelloso, uno de los seleccionados el año pasado en esta Ruta del Buen Pan consiguió ayer la “Miga de Oro de Castilla-La Mancha 2019”, compartido con Miguel Ángel Sahuquillo, de Villamalea (Albacete).
