No es furtivismo, es caza de especies protegidas. Ecologistas en Acción

Tras la denuncia de Ecologistas en Acción de que habían muerto en distintas acciones de caza 4 linces ibéricos del programa de recuperación de la especie en los Montes de Toledo, el Gobierno de la Junta, por fin, ha empezado a dar información.

Sin embargo, una vez más, en lugar de practicar la transparencia y explicar las cosas como son, falsea la realidad intentando ocultar las dimensiones del daño causado por la práctica de distintas modalidades de caza y, lo que es peor, de las bajas efectivamente producidas por esta causa.

No son ocho, sino probablemente doce, los linces muertos en los Montes de Toledo en lo que va de año.  Y de esa cifra son 8, y no cuatro, los muertos a consecuencia de prácticas cinegéticas. Esa cifra se obtiene de sumar a las bajas reconocidas, las de los cuatro cachorros que estaban al cargo de “Nenúfar”, la lincesa muerta de un disparo a bocajarro, y que se han perdido tal y como ha dado por hecho la propia Junta.

¿O es que para la Junta no hay que contabilizar los cuatro cachorros de “Nenúfar” como parte de la mortalidad de la especie?

Por otra parte, en un ejercicio de ausencia de rigor técnico y jurídico, el Gobierno habla de que las muertes de linces denunciadas por Ecologistas en Acción, han sido causadas por furtivos.

El furtivismo es una práctica tipificada en el código penal, concretamente en el artículo 335 que se introdujo específicamente a petición de los cazadores para penar esta conducta en la reforma que entra en vigor en el año 2004. Este artículo, según su apartado 1 se aplica sólo a especies no protegidas, es decir a las cinegéticas. Y según el apartado 2 penaliza también a “ El que cace o pesque especies a las especies que se refiere el apartado anterior en terrenos públicos o privados ajenos, sometidos a régimen cinegético especial, sin el debido permiso de su titular, ….”.

La caza de especies protegidas es un delito del artículo 334 del código penal, cuestión que el Gobierno debiera saber y decir como es.

Por lo tanto es falso que el furtivismo sea la causa de la muerte de linces. Éstos han muerto por actos de caza ilegal de una especie protegida, en el transcurso de actividades cinegéticas tanto legales como ilegales.

A la vista de los hechos, y al contrario de lo que piden algunas entidades del mundo de la caza es el Gobierno de Castilla-La Mancha, y no Ecologistas en Acción, quien tiene que rectificar y ser transparente a la hora de facilitar información y actuar contra quienes provocan la muerte de linces.

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