Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el consumo de queso puro de oveja apenas llega a los 0,42 kilogramos por persona y año, mientras que en el caso del queso puro de cabra se sitúa en 0,28 kilos.
Todo ello a pesar de que el consumo se ha incrementado en el último año, según reflejan las mismas estadísticas oficiales. Así, se ha pasado de 19.200 a 19.560 toneladas de queso puro de oveja en un año, lo que significa un incremento porcentual del 1,9%. En el caso del queso puro de cabra también ha subido, aunque en este caso el porcentaje se eleva hasta el 5,1%, al pasar de 12.666 a 13.313 toneladas.
El consumo total de queso en todas sus variedades se sitúa en 354.415 toneladas, por lo que el queso de oveja y de cabra apenas representan, respectivamente, el 6% y el 4% del total, con la siguiente distribución por variedades: queso fresco (27%), queso semicurado (23%), queso fundido (11%), queso tierno (7%), queso de oveja (6%), queso curado (5%), queso de cabra (4%), queso de bola (2%), queso Emmental+Gruyere (1%), queso tipo azul (1%), otros tipos de queso (13%).
