Preocupación por cómo afectaría a los viticultores de Castilla-La Mancha la autorregulación del mercado del vino

Desde Unión de Uniones piden “una férrea persecución de las prácticas fraudulentas que lastran el mercado del vino”

La Sectorial Vitivinícola de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha analizado esta semana la hoja de ruta presentada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para la estabilidad y la calidad del sector vitivinícola y otras cuestiones relacionadas con las perspectivas económicas para este mercado como el funcionamiento del Plan de Apoyo Vitivinícola y los cambios en la OCM previstas en la próxima reforma. La organización reclama que la posible regulación de la oferta se plante en un escenario de riguroso control del fraude y de firme compromiso sectorial, modificar el Programa de Apoyo al sector vitivinícola español (PASVE) para no desaprovechar fondos de Bruselas y ecoesquemas adecuados en los que puedan participar las explotaciones vitícolas.

Unión de Uniones ha concluido que el sector debe verse implicado en la regulación si se da el escenario adecuado. Un escenario que la organización basa en “una férrea persecución de las prácticas fraudulentas que lastran el mercado del vino, en un compromiso sectorial firme, en unos mecanismos de activación y aplicación apropiados al objetivo que se persigue y garantías de que las eventuales mejoras del mercado conseguida se trasladen a los viticultores. Las cifras cantan que en el mercado pueden estar pesando entre 3 y 5 millones de hectólitros generados por prácticas indeseables en el alcohol y en el propio vino y el mosto”, señalan desde la organización.

Advierten de que las medidas contenidas en la hoja de ruta “pueden acabar en campañas grandes con penalizaciones en los ingresos de miles de los viticultores con rendimientos superiores a los que no se les permitirá comercializar normalmente su producción”. En tal sentido, para Unión de Uniones de Castilla-La Mancha es “especialmente preocupante” que pudieran ser los viticultores de la región los que en su mayor parte tuvieran que asumir las consecuencias de una posible regulación.

“Nos negamos a que se culpabilice a agricultores que sólo han respondido a las señales del mercado y que han intentado ser competitivos con los instrumentos y los apoyos públicos que la propia Administración ha fomentado”, avisan desde la organización regional. “La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha debería explicar con claridad a los viticultores cuáles pueden ser las consecuencias de esta regulación que con tanto entusiasmo apoya”, concluyen.

Por su parte, desde la organización estatal consideran también que “es impensable plantear esto mientras la Administración no acabe con el fraude y mientras el sector no esté juramentado para erradicar prácticas desleales en la cadena o importaciones agresivas que harían fracasar la propia hoja de ruta”. La organización planteará al Ministerio sus propuestas para que los instrumentos de desencadenamiento de la regulación y su aplicación sean adecuados a los objetivos de estabilidad y calidad perseguidos, pero también para garantizar que toda mejora eventual del mercado que se consiga se traslade también a los viticultores.

Pérdidas de fondos para ayudas PASVE

Por otro lado, la sectorial ha analizado el funcionamiento del Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola en estos años y ha lamentado la pérdida de 81,6 millones de euros en los ejercicios 2017 (8,4 Mill.€), 2018 (59,0 Mill.€) y 2019 (14,2 Mill.€). “Estamos hablando de medidas duras para atajar problemas en el sector y, en paralelo” se sorprende la organización, “desaprovechando millones de euros de apoyo al sector por falta de eficacia administrativa, de un diseño inadecuado de las medidas o de la propia falta de iniciativas”.

Unión de Uniones ha presentado en el pasado propuestas para que los pequeños operadores puedan también participar en las medidas de promoción, la puesta en marcha de las ayudas a la información en los mercados de la UE, así como cambios en los mecanismos financieros para “no dejar perder ni uno solo de los euros que tanto necesitamos”.

Ecoesquemas para la viña

Por último, la sectorial nacional del vino de Unión de Uniones ha revisado igualmente las propuestas legislativas de la Comisión Europea para el vino en la futura reforma de la PAC, con especial interés en el nuevo instrumento de los ecoesquemas. La organización sostiene que el viñedo puede contribuir a luchar contra el cambio climático. “En muchas zonas, la única mancha verde que es posible encontrar en el campo son las viñas”, apuntan, al tiempo que inciden que en las necesidades de adaptar el cultivo a los nuevos ciclos estacionales.

Por este motivo, se reclaman en el Plan Nacional Estratégico de la PAC español ecoesquemas adecuados para las explotaciones vitícolas, como por ejemplo sistemas alternativos a la lucha química contra platas o herramientas para una óptima gestión de la fertilización.

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