Aumento consumo de vino en hogares no compensa descenso en Horeca

El consultor enológico Joaquín Parra analiza el actual mercado del vino embotellado

Los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre hábitos de consumo reflejan un aumento del 80% en compra de vino con respecto del mismo período del pasado año. Un incremento notable que no suple la comercialización por otras líneas que han perdido las bodegas castellano-manchegas, como señalaba Joaquín Parra, periodista precursor de la web Wine Up y consultor del sector enológico, en el programa de SER Ciudad Real Entre Vinos-Nuestra Tierra, con Agustín Cacho Borrás y Antonio Gómez Olmos, editor de www.agroclm

Parra incidía en que, si bien es cierto este aumento en las compras dentro del ámbito del hogar, no compensan los descensos en el canal HORECA, el de hoteles, restaurantes y cafeterías. Señalaba que la subida de las ventas se ha producido, sobre todo, en establecimientos físicos, supermercados y tiendas, pero no tanto en comercio on line, en el que apunta que las bodegas regionales no están tan posicionadas.

Joaquín Parra afirmaba que una de las principales características de los vinos de Castilla-La Mancha es su competitividad en la relación calidad-precio, por lo que se suele dar la circunstancia que en muchas ocasiones los portes superan al coste del producto, por lo que el cliente en internet termina apostando por otras referencias.

Otra de las razones es que las empresas que comercializan a mayor precio tienen uno márgenes mayores por lo que pueden hacer más campañas de marketing, promociones y descuentos: no es igual de atractiva la oferta que se pueda hacer un producto con un coste de 12 euros, por ejemplo, en el que se le puede restar una cifra superior al de un vino de 4 o 5 euros.

En cuanto al perfil de comprador de vinos on line indicaba que suele ser hombre, entre los 30 y los 50 años, residente en Madrid y se decanta por una gama media de vinos, con precios que rondan entre los 6 y los 15 euros.

De cara al futuro, preveía que el coronavirus tendrá efectos sobre los consumidores durante bastante tiempo, como puede ser el hábito de beber vino en los hogares, y las bodegas deben prepararse para ello.

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