Unión de Uniones recoge los últimos informes publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que reflejan que el aceite de oliva sigue registrando recortes en los precios, que lo colocaban en la segunda mitad de abril en el 37,5% por debajo de las cotizaciones de la media de las últimas cuatro campañas.
Con los datos del MAPA en la mano, la media del aceite de oliva virgen extra (AOVE) en la semana 17 del año, que va del 20 al 26 de abril, estaría en 208,79 €/100 kg., manteniendo el nivel de la pasada (la única categoría que no baja) mientras el virgen (AOV) estaría a 1,59 €, situándose en los 182,53 €/100 kg. En cuanto al lampante queda a 171,99 €/100 kg., y el oliva refinado en 174,64 €/100 kg. Por su parte el de orujo refinado se situó de media en los 101,77 €/100 kg.
Son en todos los casos, precios muy inferiores a los que se han tenido en campañas anteriores. En el conjunto de las categorías estaríamos, concretamente, un 12,8% por debajo de la pasada y, un 37,5% de la media de las cuatro últimas campañas.
Bien es cierto que la caída de las cotizaciones cabe acharcarlas fundamentalmente a las que se han producido sobre todo en Jaén, Córdoba, Badajoz y, en algún caso, Toledo; mientras que el resto de los mercados de referencia se han defendido mejor.
Los datos que ofrece el Ministerio dan, además, para el aceite italiano virgen extra un 63,8% más precio que para el español, aunque la diferencia se recorta al 3,5% en los vírgenes, también a favor de Italia.
El precio en Grecia se mantiene más o menos alineado con el nuestro en cuanto al irgen extra, solo un 1,5% mayor el griego; si bien el virgen estaría un 30,1% por debajo del español
Túnez, por su parte, estaría por debajo de España en ambas categorías: un 10,0% el virgen extra y un 19,2% el virgen normal.
Sin explicación
La evolución del mercado del aceite, fríamente mirado, no debería arrojar balances de precios tan negativos. Las disponibilidades totales a finales de febrero (suma de existencias iniciales, importaciones y producción) se movía en 1,943 millones de toneladas, es decir, un 11 % más que la media de estas últimas campañas, pero un 10% menos que en la pasada.
En este caso, además, el efecto del cierre del canal HORECA (hoteles, restaurantes, cafeterías) ha afectado en menor medida que a otros sectores y el consumo en hogar se ha incrementado de manera muy significativa, con incrementos en la segunda mitad de abril superiores al 30% respecto de las mismas semanas del pasado año.
En todo caso, lo que parece contradictorio es que, si se tratase meramente de un problema de desequilibrio oferta-demanda, se haya importado en lo que llevamos de campaña (hasta febrero 84.000 toneladas) un 19% más aceite de oliva que la anterior y también que la media del último cuatrienio.
El almacenamiento no sirvió
Lamentablemente, la medida de almacenamiento privado de aceite de oliva, no ha tenido ninguna repercusión positiva en el mercado. Las casi 196.396 toneladas aprobadas, con un montante de gasto cercano a los 27,4 millones de euros no han reactivado los precios, pese a que supone la inmovilización de casi el 18% del aceite producido hasta el mes de febrero, señalan desde Unión de Uniones.
Unión de Uniones de Castilla-La Mancha opina que este tipo de actuaciones puede ser eficaz en un mercado en el que se hayan erradicado las practicas abusivas y el fraude y con un nivel de compromiso sectorial importante por parte de todos los agentes de la cadena alimentaria. La organización reclamó en su momento al Ministerio medidas en este sentido, así como la retirada de 600.000 toneladas, pero no para almacenamiento temporal, sino para destinarlas a usos no alimentarios, como el biodiésel.
