Según recoge el diario digital el cuestionario contempla preguntas como “¿Presenta el trabajador indicios de malos tratos, como magulladuras? ¿Está encerrado en el lugar de trabajo? ¿Hay signos visibles que indiquen que no puede abandonar el lugar de trabajo, como alambradas o la presencia de guardianes u otras limitaciones de este tipo? ¿Se amenaza al trabajador para que no abandone el lugar de trabajo?”.
La campaña se va a desarrollar en 23 inspecciones provinciales, que realizarán visitas a explotaciones a fin de realizar comprobaciones en materia de economía irregular y de seguridad y salud en el trabajo, especialmente para verificar que se respetan las medidas acordadas por las autoridades sanitarias para evitar contagios por corovonavirus.
Para facilitar la actuación, los inspectores dispondrán de un formulario tipo en el que se incluyen 17 puntos que le servirán para detectar sobre el terreno si un trabajador está siendo víctima de trata o de explotación laboral, tanto por los signos de violencia física o verbal que puedan manifestar como por restricciones a la libertad de movimientos o a las comunicaciones con su entorno y con sus familias que puedan intuir.
En sus visitas, los inspectores deberán preguntar también al trabajador agrícola si el empresario le suministra gratuitamente EPI para prevenir el contagio por coronavirus o si, por el contrario, debe comprarse cada uno los medios de protección necesarios.
Las visitas al campo se realizarán en grupos operativos mixtos integrados por un inspector, un subinspector laboral y dos agentes de la Guardia Civil en vehículos de este Cuerpo, lo que implicará disponer de dos coches para poder cumplir las limitaciones derivadas del estado de alarma.