La bodega del mundo, preparada para la vendimia más excepcional. Francisco Martínez Arroyo. Consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha

Un año más tenemos la vendimia a la vuelta de la esquina. La naturaleza impone de forma inexorable su calendario y para mediados de agosto se estarán vendimiando las variedades más tempranas en Castilla-La Mancha, de forma general. También, en el resto de España.

En esta ocasión la vendimia será distinta, afectada, como todas las actividades económicas, por la situación excepcional que vivimos, consecuencia de la presencia entre nosotros de la Covid-19. Esto significa, principalmente, que debemos extremar la prudencia, sobre todo en los trabajos de recogida, que supondrán la contratación de unos 35.000 trabajadores del campo en toda España, 20.000 de ellos en Castilla-La Mancha. Por ello, en esta región hemos elaborado una Orden que regula las medidas que deben cumplir los empresarios agrarios para que la vendimia se desarrolle con normalidad, también desde el punto de vista sanitario. La principal exigencia será el disponer cada día de un listado de los trabajadores, su teléfono de contacto y los datos de las personas con las que conviven. El objetivo es facilitar el rastreo en caso de positivos al coronavirus.

Primer llamamiento, pues, a la prudencia

También es el primer año en el que está en vigor el nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI), situado en 950 euros mensuales, con su traslación a los temporeros de 44,99 euros diarios. Sin duda, esto contribuirá a dignificar y a hacer más atractivo el trabajo en el campo. Se trata de una decisión muy valiente del Gobierno de España que seguro traerá consecuencias positivas para los trabajadores del campo, para los agricultores y para la percepción social de esta actividad por parte de la sociedad. En este contexto, no pueden entenderse planteamientos contrarios al cumplimiento de la normativa vigente, como ha denunciado CCOO, por parte de Asaja Ciudad Real.

Segunda petición: responsabilidad y respeto a los derechos de los trabajadores

A estas alturas, y con un verano muy cálido, ya podemos afinar más en las previsiones de cosecha que, según Cooperativas Agroalimentarias podría situarse alrededor de los los 43 millones de hectolitros en toda España, 25 millones en Castilla-La Mancha. Cifras superiores a los aproximadamente 20 millones de hectolitros en la campaña pasada, pero muy por debajo de los 28,7 millones de hace dos años en la región con mayor extensión de viñedo del mundo.

Las medidas de mercado con la retirada de 2 millones de hectolitros a un precio razonable, a través de la destilación y el almacenamiento de alrededor de otros 2 millones, han supuesto un balón de oxígeno para un sector que ha vivido, y vive, momentos difíciles, fundamentalmente, por las altas existencias al inicio de la campaña que ahora finaliza, y el cierre de la restauración en todo el mundo durante las cuarentenas, con la consecuente caída del consumo durante la desescalada. Está por ver si ha sido suficiente, pero son medidas de mercado muy importantes, que se han puesto en marcha, por primera vez, en muchos años. Su simple aplicación debe servir para justificar su inclusión de forma ordinaria en el futuro Programa de Apoyo al Sector del Vino (PASVE), en la nueva PAC.

A pesar de las dificultades de la crisis sanitaria y la caída del consumo en la hostelería, las ventas en la distribución han crecido, de lo cual se han beneficiado las bodegas dedicadas al embotellado en Castilla-La Mancha, con una incidencia muy positiva en la Denominación de Origen (D.O.) Valdepeñas que, en abril y mayo aumentó su facturación en la distribución española en un 30% respecto a los mismos meses del año anterior. También, mercados exteriores con consumo significativo en los hogares, han aumentado el consumo de vino embotellado castellanomanchego. Es momento de consolidar esos incrementos y mercados que valoran los vinos embotellados y de Denominación de Origen.

Tercera premisa para esta campaña

Consolidar los nuevos mercados y los incrementos de ventas en la distribución. Y recuperar, en el conjunto del sector en España, la caída del consumo en la restauración y los mercados más tradicionales, fomentando el consumo de vino y su vinculación con la dieta mediterránea (https://dietamediterranea.com/), a través de campañas de promoción.

Al control de la producción y a la apuesta por la calidad van a contribuir también la limitación de rendimientos incorporada en la normativa nacional para esta campaña a propuesta de Castilla-La Mancha, y la Orden regional para exigir un mínimo de 9 grados a la uva que entre en bodega, por primera vez en una vendimia. Medidas ambas que han contado con el apoyo del sector vitivinícola regional.

También sobre calidad, merece la pena mantener el compromiso con el viñedo ecológico, que alcanza ya unas 60.000 hectáreas en Castilla-La Mancha, la mayor superficie del mundo en esta modalidad de producción y que permite elaborar un vino con muy buena aceptación en los mercados internacionales. La mitad de todo el viñedo ecológico de nuestro país. Ahora que se está negociando la aplicación de la nueva PAC en España y la forma de cumplir el objetivo del Pacto Verde europeo (o New Green Deal), no hay que perder de vista que supone la aceptación de alcanzar en 2030, el 25% de la Superficie Agrícola Útil (SAU) bajo producción ecológica. Por lo que es importante seguir impulsando este cultivo, que permite elaborar vinos de calidad cada vez más apreciados por los consumidores.

En este sentido, la apuesta decidida del Gobierno de Castilla-La Mancha por la calidad y la trazabilidad en nuestros vinos es ya irrenunciable y la seña de identidad de un sector que aspira a seguir aumentando la rentabilidad de nuestro sector y de todos los eslabones que forman parte del mismo.

Cuarto mensaje: la apuesta por la calidad esta campaña es absolutamente prioritaria

Esta campaña, además, existe un modelo de contrato tipo de compra-venta de uva, impulsado por la Interprofesional del vino de España (https://www.interprofesionaldelvino.es/), que facilitará la relación entre viticultores y bodegas, aportando más transparencia a este mercado.

A estas alturas está todavía pendiente cerrar el acuerdo de inicio de vendimia en nuestra D.O. más antigua, Valdepeñas, que suele marcar el inicio generalizado de la vendimia en Castilla-La Mancha, campo de juego en el que cuatro grandes bodegas han de negociar el precio de compra-venta con unos 3.000 viticultores.

Por otra parte, conviene recordar la obligación de pagar a 30 días como máximo a los viticultores, tal y como establece la ley. Del cumplimiento estricto de la Norma depende también, en muchos casos, la renta de los trabajadores asalariados del campo en vendimia, parte esencial de la cadena vitivinícola.

Quinta reflexión: transparencia en las relaciones en los eslabones de la cadena vitivinícola

Tengo plena confianza en nuestras bodegas y cooperativas. En sus viticultores y proveedores de uva. En los trabajadores asalariados. En definitiva, en una cadena grande en lo económico e imprescindible desde el punto de vista social, e incluso, identitario y cultural.

Un año más, el mosto en nuestras bodegas, en nuestros pueblos, nos recordará que somos, realmente, la bodega del mundo.

¡Buena vendimia a todos!

Francisco Martínez Arroyo. Consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de de Castilla-La Mancha. Blog ruralsiglo21

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