El hidrógeno, ¿La energía del futuro? Paula Fernández. Licenciada en Ciencias Físicas, Universidad Complutense de Madrid

¿Es el hidrógeno la energía del futuro? No lo sé, pero de lo que si estoy segura es de que va a jugar un papel muy importante en la descarbonización de nuestra economía.

El hidrógeno es la eterna promesa de los combustibles alternativos a aquellos fósiles y emisores de gases de efecto invernadero. A pesar de su enorme potencial, se trata de un combustible difícil de obtener, pues no se encuentra de forma aislada en la naturaleza. ¿Es viable un modelo energético basado en este elemento?

En la última conferencia sobre transición Energética, el vector propuesto para recortar las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero fue el hidrógeno y para todos los expertos participantes este gas podría sustituir a los combustibles contaminantes en una década.

Diferentes investigaciones confirman que la producción de hidrógeno sería rentable si se utilizase todo el exceso de energía renovable que no se consume, y que, por tanto, no puede almacenarse.  Sabemos que el rendimiento de las energías renovables es intermitente, a veces es insuficiente para satisfacer la demanda, y en otros momentos se produce un desaprovechamiento de la energía que deja de producirse sólo porque en ese momento no hay demanda; pero y si conseguimos un sistema de almacenamiento a gran escala basado en el hidrógeno?

En aquellos momentos en que la capacidad de producción de energía renovable exceda a la demanda, en lugar de parar las instalaciones, la electricidad se utilizaría para producir y almacenar hidrógeno para luego volverlo a trasformar en electricidad mediante el uso de pilas de combustible.

El abaratamiento de la producción de energías renovables acabará convirtiendo al hidrógeno generado por electrolisis en la alternativa energética más sostenible del mercado.

Pero a pesar de que el hidrógeno ya está llamando a nuestras puertas nos queda aún un largo camino por recorrer en el que son necesarias, tanto apuestas públicas claras de apoyo a la investigación para hacer viable económicamente su producción y consumo, como iniciativas empresariales valientes que apuesten por esta tecnología.

Puertollano es un ejemplo de ciudad que ha apostado por la innovación y la investigación como modelo de desarrollo económico, y la puesta en marcha del Centro Nacional del Hidrógeno es una muestra más de esta apuesta de futuro.

A veces lo tenemos tan cerca que no somos capaces de ver lo que desde fuera son capaces de reconocer, hace pocos días el diario “El País” en un reportaje muy interesante recogía los trabajos que se llevan a cabo en CNH2, igualmente el Financial Times se hacía eco de las investigaciones llevadas a cabo en estas instalaciones.

Las “hidrogeneras” que ya son una realidad en Japón, Alemania o Reino Unido han empezado a instalarse tímidamente en España, y una de las primeras se ha instalado en el CNH2 de Puertollano, allí se produce el hidrógeno necesario vía electrolisis mediante la energía eléctrica procedente de un campo fotovoltaico. Esta hidrogenera tiene capacidad para dar suministro a dos vehículos de pila de combustible al día, con un lapso de tiempo de 30 minutos entre ellos…

Actualmente, el centro trabaja en nuevo proyecto para disponer de una nueva estación de repostaje con el doble de potencia de la actual y que además será portátil, y podrá desplazarse en un camión a cualquier parte del país. Estas importantes iniciativas no serían posibles sin el compromiso y la colaboración de las administraciones públicas, tanto el Ayuntamiento como la Junta de Comunidades y el Gobierno de España de quien depende la gestión del centro.

El uso de la energía fotovoltaica para fabricar hidrógeno es ya una realidad industrial en Puertollano, Iberdrola construye  la que será la mayor planta de hidrógeno “verde” para uso industrial, la producción se hará utilizando la energía producida por una planta solar fotovoltaica de 100MW que en sí misma también incorpora novedades importantes al utilizar células fotovoltaicas de doble cara , ( con un sistema de espejos incrementa el rendimiento de las células al captar la energía solar por las dos caras de la misma). El hidrógeno producido lo utilizará la planta de Fertiberia de Puertollano para producir amoniaco, reduciendo así su dependencia del gas natural y las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Como vemos Puertollano se convierte en un Polo industrial de referencia en las tecnologías del Hidrógeno, elemento que sin ninguna jugará un papel importante en un futuro no muy lejano.

Paula Fernández Pareja. Licenciada en Ciencias Físicas, Universidad Complutense de Madrid. Consejera de Industria, Energía y Medio Ambiente (2008-2010)

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