Tras alcanzar su máximo histórico en 2017 con 751 millones de litros, China importó poco más de 430 millones en 2020. Los efectos de la pandemia no han hecho sino acentuar la crisis de las importaciones en este mercado asiático, que cerraron el pasado año con un descenso que rozó el 30% respecto a 2019, según recoge el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
Todas las categorías de vinos registraron fortísimas caídas, en un mercado en el que el vino envasado no espumoso representó más del 70% del volumen y del 90% del valor total. Granel y bag-in-box bajaron de precio en torno al 15%, con fuerte subida en envasados y espumosos.
Argentina se salva
Los 15 principales proveedores registraron notables pérdidas salvo Argentina, cuyo volumen exportado a China se triplicó gracias a unas ventas de un granel muy barato. Sin embargo, en la categoría de vinos envasados, motor de las importaciones chinas, los 15 primeros proveedores registraron fuertes pérdidas.
Chile fue el que más cayó para el conjunto de vinos y pasa de primer a tercer proveedor en volumen, superado por Australia y Francia. El vino español pierde cuota, aunque permanece como el cuarto más importado.
