Greenpeace pide cambios para garantizar el abastecimiento de agua en España

No controlar las aguas, que son un bien público, puede suponer “un gravísimo problema” para los próximos años, aseguran

La organización ecologista Greenpeace pide cambiar la política hidrológica o garantizar el equilibrio entre demanda de agua y la realmente disponible, entre otros aspectos, porque a pesar de que el verano pasado ha sido más húmedo de lo normal, no está garantizado el abastecimiento del agua.

La crisis climática agrava la falta de precipitaciones, pero la falta de agua depende también de la mala gestión de los recursos hídricos y de la contaminación de las aguas, según un comunicado de la ong.

El verano de 2021 ha sido más húmedo de lo normal, sin embargo, no garantiza el abastecimiento de agua en España, y recuerda que la cuenca del Guadalquivir ha sido declarada en sequía, mientras otras cuencas como la del Guadiana, Duero, Guadalete-Barbate, Mediterráneas andaluzas, Segura o Miño-Sil se encuentran por debajo del 40 % de sus reservas.

Informan desde la organización que se han desplazado hasta Andalucía para captar imágenes la situación hídrica, porque a pesar de que en los medios de comunicación se habla de precipitaciones, depresiones aisladas en niveles altos (DANAS) y desbordamientos en distintos lugares, las precipitaciones abruptas y desiguales no garantizan las reservas de agua necesarias para todo el territorio.

Olivar andaluz

Las imágenes revelan regadíos intensivos e industriales sobre todo en el olivar andaluz, que ha pasado a ser el mayor consumidor de recursos hídricos, o en los almendros, dos cultivos tradicionalmente de secano; así como la introducción de cultivos tropicales como el aguacate o el mango, con gran demanda de agua.

Asimismo, subrayan que España es el país con más embalses per cápita del mundo y, sin embargo, las reservas de agua actualmente solo alcanzan el 39 % gracias al consumo descontrolado y la mala gestión.

La contaminación, especialmente por el aporte de nitratos y fosfatos procedentes de la ganadería industrial, y los vertidos de aguas residuales urbanas e industriales que suponen una grave afección a la calidad del agua, así como el robo de agua y pozos ilegales, de los cuales existen al menos un millón, sin control.

No controlar las aguas, que son un bien público, puede suponer «un gravísimo problema» para los próximos años, aseguran.

Recuerdan que el pasado domingo se celebró el Día Mundial del Suelo y alertan que España siguen siendo el país en Europa con mayor riesgo de desertificación, «donde el 75 % del territorio está en riesgo de sufrirla y un 6 % se ha degradado de forma irreversible».

Inciden en que la cuenca del Guadalquivir es un buen ejemplo de este problema, sin embargo, señalan, allí se pretende justificar como «sequía» una situación de escasez hídrica, que ha sido provocada por la enorme demanda de recursos hídricos para regadíos de uso intensivo, especialmente el olivar.

A pesar de ello, dicen, cabe recordar que ninguna de las subcuencas de la demarcación del Guadalquivir ha superado el umbral de “sequía meteorológica”, es decir, no ha habido escasez de precipitaciones propiamente.

El coordinador de Greenpeace en Andalucía, Luis Berraquero, señala que «cuando estamos en pleno proceso de presentación de alegaciones al plan hidrológico de la cuenca del Guadalquivir, es preocupante la apuesta que este plan hace por el olivar intensivo e hiperintensivo, que puede llevar al colapso hídrico de la misma».

«Deberíamos planificar ya una transición hídrica justa para el sector agrícola andaluz, adaptada a los escenarios de cambio climático”, subraya.

Por todo ello, piden cambiar la política hidráulica, luchar contra la contaminación, implantar regímenes de caudales ecológicos científicamente establecidos, garantizar el equilibrio entre demanda de recursos y los realmente disponibles, frenar la edificación y construcción de instalaciones muy demandantes de agua, incrementar la superficie dedicada a la agricultura ecológica, prohibir nuevos proyectos de ganadería industrial o la transformación completa del sistema energético actual por uno 100 % renovable. EFEAGRO

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