La recogida de la aceituna encuentra dificultades para contratar mano de obra

Encontrar mano de obra para recoger la aceituna se ha vuelto más complicado en algunas zonas de España, un fenómeno que los productores han observado en los últimos años mientras los sindicatos niegan falta de personal y destacan la buena marcha de la campaña.

En medio de una campaña que va aproximadamente de octubre a febrero, los empresarios y socios cooperativistas reconocen que no existe un problema de mano de obra como tal en el campo, pero sí más dificultades para la formación de las cuadrillas.

Las cooperativas, que agrupan al 70 % de la producción olivarera, llevan tiempo lidiando con una mayor necesidad de mano de obra y menos disponibilidad, sobre todo en algunas zonas de sierra, donde el trabajo es más estacional.

Así lo asegura a Efeagro el presidente del sector del aceite de Cooperativas Agro-alimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, que señala que antes lo solucionaban recurriendo a la mano de obra de países terceros, pero los cambios en la normativa laboral lo han vuelto «imposible».

En la provincia de Córdoba, por ejemplo, llegaban a ser hasta 4.000 los trabajadores extranjeros que, conforme terminaban las campañas, iban regresando a sus países de origen.

«Ahora estamos recurriendo a todo lo que tenemos y, cada vez hay más empresas de servicio, pero tampoco estas compañías lo tienen fácil», afirma Sánchez de Puerta.

Ante esas dificultades, explica que los olivareros necesitan adaptarse a las posibilidades de mano de obra y no pueden recoger la aceituna todo lo temprano que querrían, lo que conlleva «retrasos en la campaña, pérdida de calidad y peores precios en la liquidación».

Menos trabajadores para una cosecha menor

El gerente de la organización agraria ASAJA en Ciudad Real, Agustín Miranda, apunta que actualmente se tarda en formar las cuadrillas al principio de la campaña y que antes era más habitual que acudieran más temporeros de otros países, muchos del este de Europa, pero la pandemia ha supuesto una limitación.

La mayoría de las cuadrillas repiten cada año y otras veces hay que formarlas. Miranda aboga por un sistema más estructurado para tener más seguridad en las contrataciones, que se espera que este año disminuyan, en línea con la menor cosecha.

Según las últimas previsiones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), a partir de los aforos comunicados por las comunidades y los datos del sector, la campaña 2021/22 se situará en torno a 1,3 millones de toneladas de aceite de oliva y 570.000 toneladas de aceituna de mesa, un nivel similar a la media de las últimas cuatro campañas y ligeramente por debajo de la anterior.

«Hay menos gente que otros años, pero eso no es una limitación porque tenemos una cosecha más corta. La campaña se está desarrollando con normalidad, aunque sí ha costado un poco más de trabajo terminar de configurar las cuadrillas y algunas van con menos personal», sostiene el responsable del Aceite de COAG, Juan Luis Ávila.

Destaca que actualmente el olivar se encuentra en un «proceso de mecanización forzada», visto que cada año cuesta más contar con los temporeros necesarios, algo que llevan «arrastrando año tras año».

Un sector más mecanizado

El responsable del Olivar de UPA, Cristóbal Cano, coincide en que este año hay menos personal disponible y eso dificulta la formación de alguna cuadrilla, sobre todo en comarcas como la Sierra de Segura en Jaén, adonde no llega «tanta gente en busca de empleo», sin que eso suponga la paralización de la recolección.

En la provincia de Jaén, el sistema sigue siendo el tradicional, con lugareños, familias o temporeros habituales de otros pueblos de Andalucía y extranjeros que terminan de cuadrar los grupos de trabajo.

En los últimos años, además, se han implantado en numerosos lugares empresas de recogida que ofrecen maquinaria especializada y agilizan la recolección, una opción a la que recurren cada vez más pequeños y medianos empresarios.

El secretario general del sindicato UGT-Fica en Jaén, Antonio Marcos, afirma que la maquinaria está marcando el tiempo de trabajo en los campos, lo que obliga a los trabajadores a estar preparados físicamente para evitar los accidentes laborales.

«La recogida va bien, a un ritmo adecuado a la climatología. Detectamos que los empresarios quieren recoger antes la aceituna para mejorar la calidad del aceite. Quieren reducir los tiempos de recolección a la mitad y por eso dicen que les falta mano de obra», añade.

Para el responsable estatal del campo de Industria de Comisiones Obreras, Vicente Jiménez, no hay escasez de personal en una campaña que se está desarrollando con normalidad, más allá de los problemas puntuales que pueda haber.

Jiménez insta a mejorar la remuneración de los temporeros y sus condiciones ante la dureza del trabajo, al tiempo que argumenta que, si los trabajadores no acuden a la llamada del campo, esto se debe a los bajos salarios y al hecho de que «no ven futuro con tanta precariedad». EFEAGRO

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