La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir prevé una dotación para la campaña de regadío de 450 hectómetros cúbicos para el sistema de regulación general, en un escenario de ausencia total de precipitaciones, lo que supone un 50 % menos que en 2021 (925 hectómetros cúbicos).
Este organismo ha reunido este miércoles a la comisión de desembalse, en la que ha informado a todos los usuarios de la cuenca de que, en el peor de los escenarios en el que se contemple una ausencia total de precipitaciones, la previsión de desembalse estaría en torno a 1.000 metros cúbicos por hectárea (m³/ha), un 83 % menos de la dotación máxima cifrada en 6.000 m³/ha.
El presidente de la CHG, Joaquín Páez, ha remarcado que “hay que ser realistas y conservadores en las previsiones frente al quinto año más seco de los últimos 25 años” y ha dejado claro que siempre se revisarán al alza, en caso de nuevos episodios de lluvias, y nunca a la baja, aunque ha precisado que, una vez se aprueben definitivamente, las dotaciones en la comisión previa al inicio de la campaña -abril o mayo- no se modificarán.
En la actualidad, el volumen embalsado en los 48 embalses de regulación de la cuenca del Guadalquivir asciende a 2.320 hm³ (28,6 % de la capacidad total de embalse), 960 hm³ menos que hace un año, aunque continúa garantizado el suministro de agua a corto y medio plazo para el abastecimiento de la población, ha informado en un comunicado la CHG, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
La cuenca del Guadalquivir, la más extensa de Andalucía, padece un 75 % menos de aportaciones de agua con respecto a la media histórica y en este mismo periodo las precipitaciones han sido un 46 % inferior y los recursos embalsados han supuesto un 49 % menos que los almacenados de media en los últimos 25 años.
Situación hidrológica
A la situación hidrológica se han sumado las previsiones meteorológicas arrojadas durante la comisión de desembalse, que prevé en un 95 % una campaña sin precipitaciones y solo una posibilidad del 40 % de que se desarrolle un año similar al de 2021, ya considerado un año seco, según la CHG.
El presidente de la Confederación ha apelado “a la colaboración, la implicación y la comprensión de todos los usuarios en esta situación tan complicada, especialmente de los regantes”, a los que ha recordado la necesidad de respetar el condicionado de sus concesiones, lo que implica la imposibilidad de tomar agua procedente de los desembalses mientras no se cumplan los caudales ecológicos.
Ha informado de que ya se ha enviado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el borrador del Real Decreto Ley de Sequía, documento elaborado en el seno de la Comisión Permanente de Sequía del Guadalquivir con el fin de responder al máximo a las necesidades de la cuenca.
También se ha trasladado a los regantes que, de forma paralela, se está trabajando con la Dirección General del Agua para ajustar el borrador a sus requerimientos jurídicos para «agilizar al máximo la versión final para su próxima aprobación».
Este documento -que incluirá previsiblemente las obras de emergencia para garantizar el abastecimiento, así como las exenciones fiscales de cánones y tarifas de los regantes del Guadalquivir-, fue uno de los principales asuntos que el presidente del Organismo de cuenca trató con la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante la reunión de coordinación de confederaciones, que tuvo lugar ayer en Madrid.
En las próximas semanas, se celebrará una nueva sesión de la Comisión Permanente de Sequía para continuar con la hoja de ruta trazada para implementar las medidas que las distintas administraciones implicadas en la cuenca vienen desarrollando para paliar los efectos de la sequía extraordinaria declarada desde el pasado 2 de noviembre.
