El sector de la agricultura tiene una serie de características que lo hacen muy interesante para la aplicación de energía solar. De hecho, desde hace un tiempo se habla de un nuevo concepto denominado Agrovoltaica, que gira en torno a la combinación de la energía solar y la agricultura.
Y es que ambos usos tienen varias cosas en común que hacen que resulte muy interesante su combinación: necesitan de una superficie adecuada y recibir una buena cantidad de sol.
Pero más allá de esa coincidencia existe una simbiosis que hace que al unir la energía solar fotovoltaica con la agricultura ambas salgan reforzadas. Al combinar instalaciones solares que generen ciertos espacios de sombra se mejora el rendimiento del cultivo, ya que es cierto que necesita mucha luz, pero un exceso de sol puede ser contraproducente ya que afecta negativamente a las plantas.
El mismo efecto también hace que se reduzca de forma importante el consumo de agua, ya que esa sombra hará que el terreno pueda mantener la humedad por más tiempo, ayudando a mantener un nivel de hidratación adecuado para las plantas.
Y por supuesto, estas instalaciones solares permiten generar electricidad que puede ser usada para la gestión de diferentes elementos, como bombas para regadío, iluminación de invernaderos y casetas aisladas, etc.
Aplicaciones de la energía solar en agricultura
El uso de fotovoltaica en agricultura tiene numerosos beneficios. Además, dependiendo de la actividad se puede usar esa electricidad de diferentes formas:
-Bombeo solar para extracción de agua. Un sistema de bombeo solar es, de forma sencilla, una bomba de agua alimentada mediante energía solar. Ofrece una serie de ventajas, ya que muchas bombas están situadas en lugares alejados de conexión a la red, por lo que precisan de generadores que necesitan combustible para funcionar y que emiten gases contaminantes a la atmósfera. El uso de una instalación fotovoltaica soluciona este problema, mejorando la eficiencia del riego a la vez que aumenta la rentabilidad de la actividad agraria, ya que se elimina la necesidad de combustible y el mantenimiento del generador. Además, mejora el entorno y la sostenibilidad de los cultivos al utilizar una fuente de energía inagotable y limpia.
-Alimentación eléctrica para casetas de campo. El uso de la energía solar en combinación con la agricultura no está destinado en exclusiva a agricultores profesionales o grandes extensiones. De hecho, puede ser una solución muy interesante en lugares que no tengan una conexión a la red eléctrica, como pequeños terrenos o huertas particulares que no dispongan de una conexión a la red. Estos espacios, gestionados muy habitualmente de forma no profesional, pueden verse beneficiados al incorporar una pequeña instalación solar destinada al autoconsumo, de forma que puedan disponer de electricidad sin necesidad de tener conexión a la red.
Esto permite que las casetas de campo puedan tener iluminación, enchufes para pequeños electrodomésticos y por qué no, electricidad para poder preparar un café y poner algo de música de fondo, haciendo más agradable el tiempo que dedicas a tu tierra.
-Energía solar combinada con invernaderos. La combinación de fotovoltaica y agricultura debe seguir una serie de principios. Para aprovechar al máximo esta simbiosis lo recomendable es que los paneles estén situados en altura para no restar espacio de cultivo, que permitan el paso suficiente de luz y que no dificulten las tareas agrícolas. Todo lo anterior hace que los invernaderos sean un lugar perfecto para la instalación de paneles solares.
-Iluminación, temperatura y ventilación en gallineros.
-Control de plagas mediante uso de linternas y mata insectos eléctricos.
-Alimentación de abrevaderos.
-Alimentación de cercas eléctricas.
Además, disponer de una instalación con vertido a red, es decir, que permita vender la electricidad que generan las placas solares, crea una alternativa económica para el agricultor y propietario de tierras.
