El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en valor la relevancia del sector vitivinícola de la región, en una comunidad líder en producción y superficie, donde este sector genera alrededor de 40.000 empleos entre directos e indirectos y que, a día de hoy, aporta ya el 4,6 por ciento del PIB, dentro de un sector, el agroalimentario, que en total supone el 17 por ciento de la riqueza que se genera en la Comunidad Autónoma.
En este sentido, la apuesta del Ejecutivo regional es clara: la calidad y el embotellado, como “hoja de ruta” a seguir por el sector vitivinícola de Castilla-La Mancha. La directora general de Alimentación, Elena Escobar, así lo ha precisado en Toledo, donde ha intervenido, al final de la Comisión Ejecutiva de la Federación Española del Vino (FEV) que se ha reunido en el Parador, en su intervención sobre la situación del sector en Castilla-La Mancha en el contexto nacional, donde ha destacado que el producto envasado que “es el que deja mayor valor añadido en toda la cadena vitivinícola”, desde el productor hasta que llega al consumidor.
