La tecnología eléctrica se implementa en muchos hábitos de la sociedad a pasos agigantados. Los coches eléctricos empiezan a ser protagonistas en las carreteras y un creciente porcentaje de motores, aplicados a diferentes sectores de la industria, funcionan con este tipo de energía, a medida que, de forma paralela, las placas solares están cada vez más presentes en los tejados de muchas viviendas. La innovación y los avances, las ayudas de la Administración y el desarrollo de compañías especializadas como Soluciones Ofitec son factores clave para entender el crecimiento de un sistema eficaz y sostenible.
La industria automovilística es una de las principales beneficiarias de este concepto. Los vehículos eléctricos presentan mejoras progresivas y los avances son muy considerables en cortos espacios de tiempo. Si hace unos años la autonomía era el principal problema, pues muy pocos modelos tenían la capacidad de aguantar durante al menos cuatrocientos kilómetros con una carga, ahora este punto se ha corregido en muchos aspectos. Los motores eléctricos son más eficaces y prácticos, ya que pueden resistir más tiempo y distancia sin la necesidad de parar a realizar un repostaje. En 2021, la autonomía media de un coche con motor eléctrico se situaba en unos 350 kilómetros, una distancia considerable que, si bien está siendo mejorada, ofrece garantías y una perspectiva de futuro muy positiva. Algunas marcas superan esta cifra, hasta llegar a los 600 kilómetros, y han ajustado sus precios a niveles competitivos para el ciudadano medio,
La reducción en el tiempo de carga es otro de los factores que han desarrollado una importante mejora en esta industria. Los más de 60 minutos necesarios para llenar el cien por cien del depósito se reducen a media hora en muchos modelos. Pero las compañías especializadas no han centrado todos sus esfuerzos en este aspecto, sino que se han preocupado, en una mayor proporción, en ofrecer un servicio rápido que carga un alto porcentaje del motor, generalmente el ochenta por ciento, en menos de quince minutos. El objetivo es ofrecer una solución rápida a aquellos conductores que estacionan en una vía de servicio en la carretera y deben continuar su camino inmediatamente.
Mundo agrícola
El motor eléctrico también está llegando a otros sectores y uno de los más destacados es el de la agricultura. Los profesionales utilizan con frecuencia tractores u otras máquinas que tradicionalmente han necesitado de gasoil para su funcionamiento. Las empresas del sector han realizado un importante esfuerzo de inversión e innovación en la búsqueda de fuentes alternativas, por lo que el tractor o la cosechadora eléctrica es, en 2022, una realidad. Este factor no resta capacidad ni potencia a la máquina, que mantiene una alta capacidad de trabajo, de acuerdo con los avances que se están desarrollando en el sector. De hecho, prolonga su vida útil, ya que el motor eléctrico requiere un mantenimiento más sencillo. La maquinaria agrícola que utiliza energía eléctrica suele tener una duración de unas ocho horas, correspondiente a la jornada de trabajo; un aspecto que, además, mejorará durante los próximos años. Todos los indicadores apuntan a que la tecnología eléctrica se asentará en el día a día de los agricultores, al igual que ha ocurrido en los conductores y un amplio grupo de sectores industriales.
