Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, ha realizado su análisis periódico del mercado de cereales, destacando que “resulta difícil analizar un mercado agrícola tan cambiante y fuertemente marcado por decisiones políticas en tiempos de guerra. El dinero se mueve más rápido ante el miedo que ante la codicia”.
Señala que en España el precio de todos los cereales ha ido en aumento por la escasez, debido a la segunda peor sequía desde que hay registros y la incertidumbre en los suministros de nuestros principales proveedores: Ucrania y Francia.
El maíz, a las puertas de comenzar su cosecha nacional, frenaría la escalada de precios, “más aún cuando hemos recibido importantes cantidades desde Ucrania. No obstante, el año es largo y seguiremos necesitando y dependiendo del maíz francés, ucraniano y brasileño”.
La UE deberá importar más que otros años en el peor momento para hacerlo: menos maíz, incertidumbre para sacarlo de la zona de conflicto y costes de secado nunca antes vistos por los precios del gas, lo que puede retrasar las cosechas para obtener un maíz más seco.
Las reservas de maíz mundiales retroceden y esto tensiona mucho los precios, más aún cuando el coste de la energía está disparado y la disponibilidad de fertilizantes para aumentar rendimientos está comprometida de manera muy preocupante para la próxima campaña.
“Queda Brasil con su enorme cosecha (afortunadamente) que deberá cubrir el hueco dejado por EE.UU, Ucrania y la UE. Dudo mucho que el brasileño no aproveche la ocasión, vaticina Marqueta.
Por si todo esto no fuera suficiente, todos los modelos predicen un tercer año consecutivo del patrón La Niña para las regiones del otro lado del Atlántico, lo que significa nuevamente menos precipitaciones.
Las siembras de trigo se han visto muy reducidas y mermadas ante este hecho y comprometen las próximas de maíz. Por ejemplo, Argentina sufre la peor sequía en 30 años. Lo mismo ocurre para las grandes llanuras del sur de EEUU. que deberán empezar a sembrar su trigo al igual que la UE.
Desde el punto de vista financiero y posiciones compradas y vendidas de los fondos, este viernes se produjeron ventas técnicas en todos los productos.
El dólar se convierte en refugio y el euro se devalúa nuevamente. Todo en números rojos. La demanda contenida ante la inflación, los productores y la industria desesperados por ser incapaces de sacar rentabilidad a sus negocios por los altos costes.
«Seguimos instalados en el día a día, en la más insoportable incertidumbre», finaliza el técnico de APAG.
Si no se produce un alza de precios en cereales, los agricultores de regadíos depedientes de la energía se arruinará y sembrará al año siguiente.
Todo el mundo solamente pensando en que bajen los precios del cereal, sin pensar en ningún momento en quien los produce, ¡Qué vergüenza!
¡Qué camino hacia el hambre estáis trazando!
Te doy la razón Francisco. Alguno cree que los bit se comen.
Como agricultor y ganadero veo que la política de la Unión Europea es un fracaso tras otro. Quien asesora a esta gente y donde están los críticos de cada nación para ponerles en su sitio y tirar sus decisiones a la papelera.