EEUU discrepa con Europa sobre cómo implementar la política climática en agricultura

Un alto cargo del Gobierno estadounidense ha afirmado que algunas de las regulaciones europeas preocupan a los agricultores porque no están seguros de que puedan cumplir esas condiciones, y no harán más contra el cambio climático si no les resulta rentable

Estados Unidos discrepa con la Unión Europea (UE) sobre la forma de implementar las políticas de lucha contra el cambio climático en la agricultura, según ha afirmado este martes un responsable del Gobierno estadounidense en misión comercial en España.

El «número dos» del Servicio Exterior del Departamento de Agricultura de EEUUClay Hamilton, ha destacado, en un encuentro con periodistas, que comparten los objetivos de la UE a favor de una agricultura sostenible y de minimizar el uso de pesticidas y químicos, si bien «están en desacuerdo sobre cómo estos deben implementarse».

Más de 70 representantes del sector agroalimentario estadounidense, incluidas 21 empresas, asociaciones comerciales y cargos gubernamentales, participan en una misión comercial con el fin de explorar las oportunidades de negocio para sus productos agrícolas en España.

Hamilton ha explicado que las compañías estadounidenses, entre las que hay productores de alimentos saludables, procesados y granos, podrán mantener hasta 300 encuentros con empresas españolas del sector primario y la industria alimentaria.

A esto se unen los de carácter político, como el mantenido con el Gobierno español, ha apuntado el «número dos» del Servicio Exterior Agrario estadounidense.

Sobre las políticas climáticas, Hamilton ha precisado que no hay muchas regulaciones específicas en EEUU, sino que la mayoría de los programas son voluntarios y la Administración se centra en ayudar a los agricultores a adaptarse en la transición.

Ha puesto de ejemplo un fondo de 3.000 millones de dólares (unos 2.900 millones de euros) para apoyar prácticas agrícolas «climáticamente inteligentes» en proyectos piloto.

Frente a la estrategia europea «De la granja a la mesa», que establece la reducción a la mitad del uso de pesticidas para 2030 y otras medidas concretas, el representante del Departamento de Agricultura ha afirmado que los países tienen derecho a decidir sus estándares, pero les animan a hacerlo basándose en la ciencia.

Preocupación

«Miramos con mucha atención lo que ocurre en Europa. Algunas de las regulaciones preocupan a los agricultores porque no están seguros de que puedan cumplir esas condiciones» y no harán más contra el cambio climático si no les resulta rentable, ha sostenido.

Además, ha recalcado que ciertas regulaciones dificultan la capacidad de otros países para comerciar y desarrollarse, por lo que ha defendido la importancia de garantizar el acceso a los mercados.

A su juicio, es necesario «usar cada herramienta en la cesta», incluidas la biotecnología y las técnicas mejoradas porque, de lo contrario, se limita la capacidad de responder a los retos en la agricultura.

Hamilton ha defendido los «beneficios ambientales» de la biotecnología, entre ellos la mejora de la calidad del agua y el suelo, la tolerancia a las sequías en las plantas o la captura de carbono de manera más eficiente.

Ha asegurado que su gobierno está trabajando a nivel internacional para compartir información con otros países en materias como el uso de fertilizantes, con experiencias de las que España puede aprender.

Publicidad

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí