El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha informa en su último número sobre el barrenillo del olivo (Phloeotribus scarabaeoides Bern).
El barrenillo del olivo es una plaga presente en todos los olivares, su incidencia es generalmente baja pudiendo afectar más a cultivos ubicados próximos lugares de almacenamiento de restos de poda y en olivos que se encuentren debilitados debido a otros problemas fitosanitarios.
Este coleóptero pasa el invierno en estado adulto, en galerías excavadas en las axilas de las ramas, yemas, hojas y pedúnculos de frutos. En los días templados del final del invierno y comienzos de primavera, el barrenillo se dirige a los restos de poda dejados en la parcela, si no los encuentra busca los olivos más débiles para realizar la puesta en ellos. El daño más grave se debe a las galerías de alimentación de los adultos, las cuales provocan caída de hojas, frutos y brotes nuevos del año, lo que puede hacer que la cosecha de años sucesivos y el desarrollo vegetativo del árbol pueda verse afectado.
Medios de lucha
Las medidas de control deben estar ligadas al ciclo biológico del insecto. La estrategia fundamental es realizar un correcto manejo de los restos de poda. Si la eliminación de los restos de poda se realizara mediante quema, la misma debe realizarse conforme a la normativa nacional y autonómica.
Los tratamientos fitosanitarios deben estar autorizados para cultivo y plaga, no siendo eficaces hasta el momento de la emergencia de la nueva generación, que generalmente se produce a partir de mediados de junio/principios de julio.
En olivares que tengan problemas de verticilosis (Verticillium dahliae) no debe realizarse el triturado de restos de poda, ya que con ello se puede contribuir a propagar la enfermedad.
