Los regantes piden una gestión del agua basada en criterios técnicos y no ideológicos

Entrevista al nuevo presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Juan Valero de Palma

Juan Valero de Palma

España debe gestionar el agua basándose en criterios técnicos y no ideológicos, asegura en una entrevista a Efeagro el nuevo presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Juan Valero de Palma.

A las puertas de una nueva campaña electoral, Valero de Palma, que hasta ahora ocupaba el cargo de secretario general de la federación, destaca que «los temas del agua están muchas veces en el debate político y hay que intentar aportar un poco de serenidad, rigor y criterios técnicos frente a la contaminación política».

Las comunidades de regantes son corporaciones de derecho público que están acostumbradas a colaborar con el Gobierno de turno «desde la más absoluta independencia política», sostiene su responsable, para quien el reto está en completar el proceso de modernización del regadío y consumir menos agua.

Con un 80 % del riego agrícola por goteo y por aspersión, hace falta modernizar las hectáreas que faltan e incorporar en una segunda fase las nuevas tecnologías.

Frente a sequías como la actual, Valero de Palma defiende que las obras hidráulicas como los embalses sirven para atender los caudales ecológicos de los ríos y todos los usos del agua, en contra de los «prejuicios ideológicos» que los denostan.

«Hay que afrontar todos los problemas del agua de una manera muy abierta y buscar en cada caso la mejor solución sin descartar ninguna», agrega.

Política hidráulica

El presidente de Fenacore afirma que en estos momentos hay unos 10 embalses que la Administración ha decidido poner en marcha y hasta 25 contemplados en todos los planes hidrológicos tras haber llevado a cabo análisis «rigurosos» desde el punto de vista económico, social y ambiental.

«Es muy importante poner en marcha los proyectos donde falta regulación. Hay ríos que ya están bien regulados como el Júcar, donde no hay sequía; en cambio, hay otros sistemas como el del Ebro, en una situación complicada y donde falta ejecutar embalses», detalla.

En su opinión, la sociedad española ha desarrollado una importante conciencia ambiental y los regantes no son excepción, ya que son partidarios de proteger la naturaleza y hacer un uso eficiente del agua, el suelo y los fertilizantes.

«Somos el país con los regadíos más eficientes y sostenibles en el uso del agua. La política hidráulica tiene que ser capaz de armonizar la defensa de la biodiversidad y el buen estado de las aguas con la producción», subraya Valero de Palma.

Este abogado especializado en Derecho de Aguas ha sido elegido esta semana presidente de Fenacore en sustitución de Andrés del Campo y representa los intereses de más de 700.000 regantes de más de dos millones de hectáreas agrícolas en el país.

En su nuevo mandato, se ha propuesto trasladar a la opinión pública «todas las ventajas» del regadío en España frente a las «críticas de algunos sectores del ecologismo radical» que defienden el medio ambiente «de una manera a veces irracional».

Valero de Palma llama a armonizar todos los intereses en torno al agua y mantener el sistema de confederaciones hidrográficas, dotándolas de todos los medios humanos y materiales necesarios.

Aboga, eso sí, por un pacto de Estado sobre la gestión del agua que permita tomar decisiones sobre obras cuyo desarrollo «requiere varias legislaturas».

Reconoce que los planes hidrológicos aprobados este año han tenido un «apoyo mayoritario» de los regantes, si bien se estableció un caudal ecológico en el río Tajo a la altura de Aranjuez (Madrid) siguiendo «criterios políticos y no técnicos», lo que ha sido rechazado por los regantes del Segura que debían beneficiarse del trasvase.

Acuíferos y sequía

En cuanto a la explotación de los acuíferos, Valero de Palma reclama «una gestión inteligente y conjunta de las aguas superficiales y las subterráneas» para aprovechar más los primeros en años de abundancia y más los segundos en años de sequía.

Fenacore acaba de presentar sus alegaciones a los nuevos planes especiales de sequía y, en general, ha pedido un análisis riguroso sobre los daños que causa cada sequía, incluidas las pérdidas de producción, de calibre de los frutos y de mercados.

«Los grandes perjudicados de la sequía siempre somos los regantes», ya sea los que disponen de un 12 % del agua necesaria en el Guadalquivir o los que tienen cerrado el sistema de canales de Urgell, puntualiza Valero de Palma.

También considera que se debe respetar la prioridad de abastecer a las poblaciones, pero excluyendo el mantenimiento de jardines y calles; proteger los derechos de los regantes, movilizar recursos extraordinarios en caso de sequía y extender las restricciones a todos los usuarios, no solo a los que están controlados. Belén Delgado. EFEAGRO

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