Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), ha realizado su balance periódico del mercado de los cereales.
Marqueta señala que el mercado de granos toma impulso bajista tras el informe WASDE (informe mensual de las estimaciones de la oferta y la demanda agrícola mundial publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). Ni la climatología, ni la guerra, ni el consumo, ni la energía, empujan los precios al alza.
El posicionamiento de los fondos de inversión indica el camino del dinero. Y estos llevan un ritmo diferente, su comprensión y pronóstico es multivariable.
Ahora mismo, en el mercado nacional la operativa es prácticamente inexistente y los futuros de MATIF (corporación privada que es a la vez una bolsa de futuros y una cámara de compensación en Francia) con vencimiento en diciembre marcan el rumbo con sus primas.
Son los franceses quienes deben competir con Rusia en precio para las licitaciones del norte de África. Nosotros, como espectadores de la contienda, nos iremos adaptando e iremos conociendo como hasta ahora, día a día, el precio al que las multinacionales traen mercancía a nuestros puertos.
La oferta nacional es la que es: más insuficiente que nunca. Parece que trigo y cebada están más asegurados que el maíz brasileño, que, hasta finales de agosto es difícil que arribe.
La colza no despega pues el aceite de soja y de palma se lo impide, y eso que la canola (colza) canadiense se pronostica nefasta en producción frente a las expectativas del mercado. Observar la relación biocombustibles/crudo es bastante interesante.
Puede que el verano comercial se alargue a septiembre y sigamos “a verlas venir», aunque francamente sería mejor cambiar el dicho en este escenario por un “a no verlas venir”.
