Cifra en 2.000 millones la pérdida de los cultivadores de cereal en Castilla y León

ASAJA

CEREALES

ASAJA de Castilla y León ha cifrado en 2.000 millones de euros las pérdidas económicas de los cultivadores de cereal en la región, pese a la ayuda que ha supuesto la cobertura de Agroseguro para zonas afectadas por pedrisco y los pagos de la PAC, ha afirmado el presidente autonómico de la organización agraria, Donaciano Dujo.

Tras recordar que Burgos es la principal productora de cereal de España y supone el 10% de toda la producción estatal, Dujo ha recordado que los costes de la siembra, incluidos fertilizantes y fitosanitarios se duplicaron en el inicio de esta campaña y pasaron de unos 500 a unos 1.000 euros.

La cosecha se ha reducido a la mitad

Además, la cosecha se ha reducido prácticamente a la mitad, “lo que supone una coincidencia catastrófica”.

De hecho, la producción en Castilla y León ha sido de 3,2 millones de toneladas, cuando la media de los últimos años era de 6,3 a 6,5 millones; mientras en Burgos la productividad por hectárea ha sido prácticamente el doble que la media de Castilla y León, pero la mitad de una cosecha habitual, al pasar de 1,6 millones a 830.000 toneladas.

A estos problemas se suma un precio bajo, provocado en parte por la entrada de cereales de otros países, especialmente los que llegan de Ucrania exentos de aranceles.

Además, las ayudas de la Junta de Castilla y León y las de la administración general del Estado a los cultivadores de cereal suman unos 200 millones de euros, lo que solo cubre el 10% de las pérdidas.

De hecho, el presidente de ASAJA en Castilla y León critica también que las ayudas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que se concedieron a Castilla y León se hicieron en base a una evaluación de zona medianamente afectada, aunque luego se cambió esta calificación para Ávila, Segovia, Salamanca y Condado de Treviño (Burgos), que pasaron a consideración de zonas muy afectadas.

La consecuencia es que en el resto de las seis provincias de Castilla y León la ayuda es de 21,8 euros por hectárea, cuando las zonas de situación de daños altos reciben 43,5 euros por hectárea.

En esta situación, Donaciano Dujo pide que las administraciones tomen medida para que se contengan los precios de combustibles, fertilizantes, fitosanitarios y maquinaria, además de modificar algunas medidas de la PAC para primar la producción y la ayuda a los profesionales y no obligar a un 7% de superficie sin producir y el cultivo obligatorio de proteaginosas.

De hecho, ha explicado que el elevado coste de cultivar cereales ha provocado un incremento de la superficie de cultivo de girasol, que ha pasado de una superficie de 250.000 hectáreas a unas 360.000, 80.000 de ellas en Burgos.

Además, se espera un buen rendimiento de este cultivo, con una media de 1.500 kilos por hectárea.

Donaciano Dujo confía en que los cultivos que aún quedan por cosechar -patata, remolacha, maíz y viñedo- corrijan algo las pérdidas provocadas por el cultivo de cereal.

Sin embargo, advierte del riesgo de que ocurra algo parecido a lo que está pasando con las primeras patatas cosechadas, que se están pagando al agricultor a 30 céntimos y llegan al consumidor a 1,80 euros, lo que considera “una vergüenza porque el agricultor, que arriesga, tiene unos céntimos de beneficio y los intermediarios triplican el coste que pagan por las patatas”.

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