El aceite de oliva sigue marcando precios históricos, especialmente en la categoría virgen extra (AOVE), que supera ya de media los 10 euros/litro en el súper y con algunas enseñas en el entorno de los 12 euros por una botella de un litro, lo que supone prácticamente el doble que hace un año.
A día de hoy, el precio del AOVE de las principales marcas se puede obtener entre los 8,7 y los 11,95 euros/kilos, saliendo más económico si se opta por garrafas de tres litros y por marcas de distribuidor, de acuerdo a los datos consultados por Efeagro en la distribución minorista.
La diferencia acumulada en los últimos 12 meses queda refleja si recordamos que el índice de precios origen-destino publicado por la organización agraria COAG en agosto 2022 (IPOD) apuntaba a un precio medio del AOVE en el supermercado de 5,57 euros/kilo.
En todas las categorías, el precio del aceite de oliva continúa en ascenso y se ha encarecido un 5 % entre los pasados meses de junio y julio, y ha acumulado una subida del 38,8 % en el último año, según el Índice de Precios al Consumo (IPC).
Precios en el lineal
Estos precios en el lineal reflejan la situación estructural de las cotizaciones a lo largo de la cadena de valor de este producto, esencial en la alimentación del país y afectado gravemente por la sequía.
Precio en almazara
Así, el precio del virgen extra en las almazaras supera ya este lunes los 8 euros/kilo, un 5,6 % más que hace cuatro semanas y un 110,3 % más que hace 12 meses, cuando estaba a 3,875 euros/kilo, según cifras del observatorio Infaoliva.
La escalada mensual en puntos porcentuales es incluso superior para el aceite de oliva virgen, que ahora se paga en las almazaras a 7,550 euros/kilo, un 10,22 % más que hace un mes, y un 96,10 % más caro en que a finales de agosto de 2022.
En cuanto al precio en almazara del lampante, según la misma fuente es hoy un 10,65 % superior (7,275 euros/kilo) que a finales de julio y un 91,4 % más que en agosto de 2022.
Desde el sector oleícola han recordado que la falta de agua es la causante de esta situación porque redujo la producción de la pasada campaña a unas 660.000 toneladas, menos de la mitad que la anterior.
Además, la previsión de los olivareros es que la próxima sea igual de baja o incluso menor si no llueve este otoño, por lo que si el producto escasea los precios seguirán al alza. EFEAGRO
