EFEAGRO. La industria del aceite prevé que toda la cadena y los consumidores pagarán las consecuencias de la falta de lluvias en la campaña que acaba de comenzar y que por segundo año consecutivo se presenta «muy complicada».
Así lo ha asegurado este lunes a Efeagro el director gerente de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico, ante la primera previsión difundida por el Gobierno para la campaña 2023-2024.
Se estima que la producción de aceite de oliva en España se limitará a unas 765.300 toneladas, un 15 % más que en la anterior campaña pero un 34 % por debajo de la media de las últimas cuatro.
Pico ha considerado que las cifras no variarán mucho respecto a las primeras estimaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a falta de ver cuáles serán los rendimientos finales del aceite de oliva en las distintas zonas productoras.
En este segundo año «muy complicado», marcado por la escasez de oferta, ha destacado que «nuevamente el consumidor va a pagar las consecuencias de esa falta de lluvias y la menor producción, y toda la cadena se verá en la misma situación», incluidos los productores, las cooperativas, las almazaras y la industria comercializadora.
Con menos aceite disponible, se espera que la demanda sea menor, según el responsable de Asoliva, que ha señalado que «los costes de producción en origen no deberían subir más».
