Recomiendan podar con tiempo seco para evitar enfermedades fúngicas de la madera de la vid

Así como plantaciones adecuadas y en plantaciones nuevas usar material vegetal de alta calidad fitosanitaria

poda de la viña

El último Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha informa sobre las enfermedades fúngicas de la madera de la vid.

Estas enfermedades pueden estar presentes tanto en plantaciones de viñedos jóvenes como adultos. Están causadas por un complejo de hongos patógenos que colonizan los tejidos xilemáticos o vasos conductores de la planta, cuya biología y epidemiología son complejas.

La característica general de las plantas afectadas por estos hongos es una alteración interna de la madera de las cepas, que puede ser de dos tipos: necrosis y/o pudrición seca.

Estas alteraciones provocan principalmente reducción del desarrollo vegetativo, menor vigor, ausencia o retraso en la brotación, clorosis de las hojas y a veces marchitez, acortamiento de entrenudos; y, sobre todo, un decaimiento general que puede acabar con la muerte de las plantas afectadas.

Es frecuente detectar en una misma planta dos, tres o más hongos patógenos diferentes. Esto afecta a la dificultad para relacionarlos con la expresión de los síntomas externos.

Actualmente, no hay disponibles productos curativos efectivos para su control, por lo que se recomienda adoptar medidas preventivas para minimizar la dispersión y contagio de estas enfermedades.

En función de los hongos encontrados y de la parte de la planta a la que afectan, se distinguen varias enfermedades de madera, comúnmente conocidas yesca o acedo, eutipiosis, enfermedad de Petri, decaimiento por Botryiosphaeria y pie negro de la vid.

Dispersión e infección

Los hongos causantes de la yesca, eutipiosis y decaimiento por Botryosphaeria, se dispersan a través del viento y la lluvia. Éstos penetran a través de las heridas de poda que se producen en la parte aérea de la planta.

Sin embargo, los que ocasionan la enfermedad del pie negro son habitantes comunes en el suelo e infectan las cepas a través de las heridas en las raíces o en la base del patrón.

Los hongos causantes de la enfermedad de Petri se pueden dispersar por el viento, lluvia o suelo y pueden penetrar en la planta por las heridas de poda o por heridas en las raíces.

Estrategias de control

Las heridas de poda son la principal vía de entrada de la mayoría de los hongos que causan las enfermedades de madera de la vid. La infección por los cortes de la poda se ve favorecida cuando se dan condiciones meteorológicas de elevada humedad, por eso se recomienda no podar en épocas de lluvia.

Estos hongos pueden sobrevivir en la madera muerta de las cepas y en los restos de poda abandonados, lugares que constituyen una importante fuente de inóculo de estas enfermedades, de ahí la importancia de su eliminación y quema.

Se recomiendan las siguientes medidas:

-En plantaciones nuevas usar material vegetal de alta calidad fitosanitaria, que presenten un buen aspecto; grosor adecuado del patrón, callo basal bien cicatrizado y distribución uniforme de las raíces en la circunferencia del callo, y zona del injerto sin roturas y con cobertura uniforme de cera.

-Realizar una plantación adecuada, sin causar heridas en la planta, evitando condiciones de estrés durante los primeros años: sin forzar la producción, no plantar en suelos compactados y/o anegados de agua, evitar riesgos excesivos o periodos prolongados sin agua y realizar una fertilización adecuada.

Marcar en verano las cepas afectadas para podarlas en invierno después de las sanas. Si la cepa está muy afectada se recomienda arrancarla y quemarla, así como los brazos afectados, para eliminar inóculo de la enfermedad.

Podar con tiempo seco, evitando las heridas gruesas de poda, dejando transcurrir unos días sin podar después de una lluvia, niebla o de una nevada. Inmediatamente después de podar aplicar un producto protector sobre los cortes de poda.

-Las herramientas de poda se desinfectarán después de podar una cepa afectada para no transmitir la enfermedad. La desinfección se puede hacer con lejía comercial diluida en agua al 50% o con alcohol.

Poda terapéutica: si se observa necrosis en un brazo, cortar hasta encontrar tejido sano, cortar unos 10 cm por debajo de la zona sana con una herramienta desinfectada y proteger el corte, o rejuvenecer la planta a partir de brote basal.

-Es recomendable sacar fuera de la plantación los sarmientos y restos de poda de aquellos viñedos donde se haya observado enfermedades de madera, para destruirlos posteriormente mediante la quema, con el fin de eliminar inóculo.

-En las plantas con daños leves de yesca o acedo, se puede recuperar o alargar la vida de la cepa mediante una práctica utilizada tradicionalmente, el “método quirúrgico” que consiste en abrir el tronco, limpiar el área afectada hasta llegar al tejido sano (siempre que sea posible) y colocar una piedra impidiendo que se cierre, facilitando la entrada del aire.

La información oficial y actualizada para comprobar si un producto fitosanitario está autorizado en un cultivo y contra un determinado organismo nocivo (plaga, enfermedad o mala hierba) se obtiene consultando en la página web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios.

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