FENAVIN 2017 buscará respuestas para futuro del sector vino tras Brexit

Martin Green, editor de la revista especializada Off Licence News y el delegado de la feria en Reino Unido, Gerald Lawson, analizarán el brumoso panorama del mercado británico

La Unión Europea afronta en estos meses uno de sus retos más inciertos desde su fundación. El temido Brexit empieza a desarrollarse y mientras Bruselas y Londres negocian las condiciones de la salida, las empresas a ambos lados del canal de la Mancha tratan de posicionarse en este brumoso panorama. Martin Green, de la revista especializada Off Licence News, y el delegado de FENAVIN en Reino Unido, Gerald Lawson-Tancred, tratarán de clarificar este mercado en la feria, el día 9 desde las 16 horas.

La radiografía del mercado actual del vino español en el Reino Unido para Green es positiva: “Hay un gran posicionamiento de vinos de menor nivel pero sin significar un estigma de cara a vinos de superior precio. El Reino Unido tiene un gran interés por la gastronomía española, especialmente por las tapas, y el Albariño y el Rioja han conquistado a los británicos”.

A pesar de las consecuencias que pueda tener el Brexit en el consumo de vino, Green afirma que los consumidores británicos no están desalentados y como la producción interna es escasa, se importan grandes cantidades de vino y los distribuidores buscarán a quienes les ofrezcan un trato más favorable. “La relación calidad/precio y la proximidad de España deberían convertirla en un buen candidato, pero los productores tendrán que prepararse para que los distribuidores acudan a ellos en busca de ayuda para afrontar los costes crecientes en impuestos y tipos de cambio. La mayoría de este aumento de precio recaerá en los consumidores pero distribuidores y proveedores tendrán que asumir otra parte, pues el en el mercado del Reino Unido el precio es un valor importante. Los viticultores que exportan al Reino Unido pueden seguir prosperando si son hábiles y aseguran que todos los implicados obtengan un margen de beneficio”, indica el editor.

Respecto a quien saldrá más perjudicado de la ruptura entre el Reino Unido y Europa, Green baraja posibilidades. “Los consumidores han notado el aumento de precio en algunos alimentos desde el referéndum, y deben estar preparados para pagar un poco más por el vino”, apunta. Pero otra posibilidad es que el consumo de vino se sustituya por cerveza, sidra u otras bebidas espirituosas de las que el país es un gran productor. “De este modo los productores de vino también tendrán que asumir parte del coste del Brexit o el consumo bajará. “Es probable que los minoristas busquen regiones con precios más competitivos con variedades que los británicos ya conocen pero el Reno Unido es el segundo mayor importador de vino y no es un mercado fácil de dejar de lado”, arguye Green.

Para este británico el principal problema es la incertidumbre, que afecta también a los exportadores a su país. “Todos estamos interesados en saber qué traerá el Brexit pero de momento los negocios se hacen con normalidad. Me imagino que la mejor manera que las bodegas tienen para prepararse es potenciar las varietales y estilos que ya funcionan en el Reino Unido y averiguar cómo producirlo de una manera rentable manteniendo sólidas relaciones con los compradores británicos.

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