Los agricultores de Castilla-La Mancha, alerta ante la predicción de fuertes tormentas

Los agricultores castellano-manchegos muestran su preocupación ante estos avisos, deseosos, por una parte, de que por fin llueva, tras semanas de nulas precipitaciones, y temerosos, por otra, de que el pedrisco dañe sus cultivos, en especial, los que están en el campo, como uva, melón y sandía

La entrada del fenómeno meteorológico denominado DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), procedente del Atlántico a y que durará, al menos, hasta el próximo jueves, tiene en vilo a los agricultores, pues desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) han anunciado que traerá fuertes lluvias y tormentas de granizo.

En Castilla-La Mancha, este domingo ya hay varias provincias en alerta por riesgo de tormentas (Cuenca y Toledo), mientras que para el lunes hay advertencias de fenómenos tormentosos de consideración y precipitaciones en la comarca de La Mancha, en concreto, en la mitad este de la provincia ciudarrealeña, en el norte de Albacete y en la mitad oeste de Cuenca.

Las previsiones de lluvias en Ciudad Real serán este domingo de hasta el 95 % entre las 12 y las 18 horas, y del 90% toda la jornada de lunes, y bajarán al 65% el martes, al igual que el jueves, mientras que el miércoles subirán al 85%. Además habrá una bajada generalizada de temperaturas.

Los agricultores castellano-manchegos muestran su preocupación ante estos avisos, deseosos, por una parte, de que por fin llueva, tras semanas de nulas precipitaciones, y temerosos, por otra, de que el pedrisco dañe sus cultivos, en especial, los que están en el campo, como uva, melón y sandía.

En estas fechas, la lluvia beneficiaría notablemente a las uvas aún por cosechar, en especial, a la variedad blanca Airén, pudiendo reducir la merma de esta campaña. También sería muy positiva para los olivos de la región, pues muchos están padeciendo un estrés hídrico que les hará reducir su producción considerablemente. Estas precipitaciones también serían muy bien recibidas por los ganaderos, para la recuperación de los pastos, y en general por el sector agrario como recarga de embalses y aguas subterráneas, que se encuentran muy por debajo de sus niveles medios.

En el apartado negativo, el pedrisco podría dañar gravemente a la uva por vendimiar, así como a los cultivos hortofrutícolas, como melón o sandía, agravando aún más la situación de falta de producto existente.

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