El escribano palustre no remonta el vuelo en España

Este pájaro era frecuente hace una década en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real)

Macho en plumaje de invierno

Frecuente hace una década en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, y declarada ya Ave del Año en 2009 por SEO/BirdLife por su delicada situación, los resultados del último censo realizados en 2015 por la Universitat de València y Universitat Politècnica de València no son muy alentadores. La desaparición o alteración de los carrizales en los humedales donde habita y los problemas derivados de la intensificación agrícola parecen estar en el origen de su actual declive.

Escribano palustre

“Los resultados del último censo son muy alarmantes. En tan solo una década, las ya muy escasas poblaciones españolas de escribano palustre se han reducido en más de un 50% en el caso del escribano palustre iberoriental (11-12 parejas censadas en 2015), y en más del 80% en el caso del escribano palustre iberoccidental (122-136 parejas en 2015). La población actual quedaría establecida en 133-148 parejas entre las dos subespecies frente a las 319-431 detectadas en 2005 cuando se realizó el I Censo de escribano palustre en España”,  indica el coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife, Juan Carlos del Moral.

Según se recoge en la última edición de Junio de 2017 de la publicación “Programas de Seguimiento de Avifauna y Grupos de Trabajo” de SEO/BirdLife, existe un alto riesgo de un declive aún mayor en los próximos 25 años. De acuerdo a los datos recogidos en este censo, la especie debería ser clasificada como Críticamente Amenazada de acuerdo a los criterios de UICN, y deberían ponerse en marcha con carácter de urgencia los mecanismos necesarios para elaborar y poner en práctica el plan de recuperación de la especie en cada comunidad autónoma y los planes de gestión de los humedales en los que habita. Es la única vía factible para preservar todas las poblaciones que aún se mantienen y su diversidad genética.

Una especie en peligro de extinción

El escribano palustre cuenta con dos subespecies reproductoras en humedales de la península Ibérica: el escribano palustre iberoriental, que se reproduce de forma irregular en humedales del interior de la península y costa mediterránea española y francesa, así como la vertiente atlántica de Marruecos; y el escribano palustre iberoccidental, reproductor en humedales de la cornisa cantábrica y atlántica de la península Ibérica. Ambas subespecies, sedentarias, reciben durante el invierno la llegada de escribanos palustres procedentes del centro y norte de Europa.

La tendencia negativa de estas subespecies y su área de distribución en 2005, menor de 500 km2, fueron los motivos por los cuales la especie fue considerada como “En Peligro” en el Libro Rojo de las Aves de España de acuerdo a los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En consecuencia, el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011) aparece catalogada como “En Peligro de Extinción”, categoría otorgada a aquellos taxones o poblaciones cuya supervivencia es poco probable si los factores causales de su actual situación siguen actuando.

Una década de declive en numerosos humedales

Diez años después, y tras constatar el declive y desaparición de escribano palustre de diversos humedales, se puso en marcha en 2015 el II Censo Nacional y I Censo Ibérico, coordinado por la Universitat de València y Universitat Politècnica de València. Los principales objetivos han sido actualizar la información existente sobre efectivos poblacionales, distribución y tendencia de ambas subespecies en España, y ofrecer por primera vez una estima global de la subespecie iberoccidental, incluyendo por tanto la población portuguesa. El censo fue completo y se revisaron todas las localidades censadas en 2005.

En el caso del escribano palustre iberoriental el mayor declive se ha experimentado en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, el humedal que en el I Censo Nacional albergó un mayor número de parejas reproductoras. Además de ser preocupante el declive de sus poblaciones, también lo es su escasa área de ocupación, pues son únicamente nueve los humedales de Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Navarra los que en 2015 todavía albergan esta subespecie en España. Esta situación no hace más que agravar los problemas asociados a esta reducción de la distribución y aumento de aislamiento, como pueden ser la pérdida de diversidad genética. “Afortunadamente, la población del litoral mediterráneo parece estabilizada, con una población en el Delta del Ebro similar a la de 2005, la reducción de la población de la Comunidad Valenciana y el aumento de la población de s’Albufera de Mallorca”, apunta Del Moral.

Sin embargo, la situación en España del escribano palustre iberooccidental es mucho más delicada. Se confirma la extinción de la población asturiana al no haber sido detectado en ninguno de sus humedales en el censo realizado en 2015. Por otra parte, la población gallega queda restringida a 5 humedales y con una población 6 veces más pequeña de la conocida previamente. Así, podría ser eminente la extinción regional de la subespecie, aunque su población lusa parece mantenerse estable de acuerdo a información parcial previa.

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